Medida anunciada por Mohamed VI
Marruecos propuso a la Unión Africana (UA) la puesta en marcha de una agenda africana para la inmigración que incluye, como principal medida, la creación de un observatorio continental de movimientos migratorios, que tendría su sede en el propio país magrebí.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, anunció esta iniciativa en la cumbre de la UA que se celebra en Adís Abeba, con un discurso que leyó el presidente del Gobierno marroquí, Saadedín Otmani, dado que el monarca no estuvo presente en la capital etíope.
El observatorio propuesto por Marruecos tendría como misión fomentar el intercambio de información entre los países africanos, con el fin de "favorecer una gestión controlada de los flujos migratorios".
Mohamed VI instó a los líderes africanos a adoptar "una perspectiva positiva" respecto a la inmigración, que definió como "un fenómeno natural" que debe abordarse desde una lógica solidaria.
Movimientos entre continentes
Según afirmó el rey de Marruecos, los movimientos migratorios africanos son fundamentalmente "intracontinentales", puesto que el 80 % de los inmigrantes no sale de África.
Y añadió que la inmigración no representa una amenaza económica para los países receptores, ya que el 85 % de los ingresos de los expatriados se quedan, precisamente, en sus estados de acogida.
Con la agenda migratoria propuesta a la UA, Marruecos quiere impulsar un enfoque "afrocéntrico" fundado en la coordinación entre los distintos Gobiernos, y Mohamed VI subrayó el carácter "inclusivo y participativo" del documento presentado hoy en la cumbre continental.
A principios de enero, una veintena de ministros africanos y altos responsables de la UA se reunieron en Rabat para reflexionar sobre este plan de acción.
Mohamed VI precisó que la agenda presentada por Marruecos no será estrictamente vinculante en lo jurídico y debe entenderse, ante todo, como una "fuente de inspiración".
"Es hora de que nuestro continente trate la inmigración con un espíritu totalmente solidario", concluyó el monarca, que recordó que más de 6.000 inmigrantes africanos han muerto en el Mediterráneo en los últimos tres años y condenó las "prácticas inmundas" en Libia, en referencia al caso de presunta venta de esclavos que la cadena televisiva CNN sacó a la luz a finales de 2017.