La plaza de los Reyes será escenario hoy de la primera protesta empresarial por la situación de la frontera. Podemos pensar erróneamente que es una protesta de ellos, porque solo a ellos les afecta. Eso es lo que algunos han intentando ‘vender’ últimamente: que eso del Tarajal es una merienda de unos pocos que quieren sacar tajada. Siempre hay espacio para la mentira, pero ya es demasiado tarde (al menos en este asunto) para creérsela, para vivir en el engaño.
A estas alturas no sé quién será el que pueda defender que algo se ha hecho bien en esta parte olvidada de Ceuta. Cada vez come más terreno el abandono, el descontrol y la desidia. Por eso mismo la protesta de hoy no es una ‘cosa de unos pocos’, no, es algo de todos. Porque que la frontera funcione mal, como tantas veces lo he escrito, tiene consecuencias no solo para los negocios, sino también para los que dependen de ellos, para muchos profesionales que no pueden trabajar y para las relaciones sociales de muchísimas familias que han visto cortada la vinculación con el otro lado y a la inversa.
La protesta de hoy será el momento de trasladar públicamente el malestar por lo que está pasando
En este tiempo de espera, de reflexión, de pensar qué se iba a hacer se ha estado esperando que por parte del Gran Poder se diera un paso más allá del tono chulesco empleado todo este tiempo. Muy al contrario, se aludió a la demagogia de los que critican y se insistió en la obligada prudencia que es el término ideal con el que buscar callar a la población hasta cortarle su derecho a la réplica. La situación no ha mejorado. Sigue igual: colas, bloqueos, enfrentamientos, inseguridad, hartazgo de las fuerzas de seguridad, negocios que anuncian que van a tener que cerrar siguiendo a otros que ya lo han hecho. Y como solución nos hablan de muchas tiritas y nos vuelven a decir que hablarán con el ministro de Interior y que harán lo mismo que ya prometieron en su día. Por eso hoy, con legitimidad, con el derecho a salir a la calle (como todos lo tienen porque los derechos sesgados ya no lo son) habrá que ver en plena plaza de los Reyes cuál es el sentir de aquellos que han optado por echar el cierre a sus negocios en plena Navidad durante unas horas y decir públicamente que las cosas no se están haciendo bien. A ellos se pueden sumar entidades de todo tipo y ciudadanos que quieran sumarse a la protesta por unos hechos que están terminando con la Ceuta que teníamos hasta hace bien poco y que se la están cargando en modo directo.