Otra vez la polémica. Cuando las aguas parecían bajar calmadas saltó la asociación Búscome exigiendo alternativas para que la venerada imagen de la Virgen de África no vuelva a lucir en su manto procesional el escudo del águila.
Denuncian que con él no se cumple la Ley de la Memoria Histórica y que no gusta ni a sus propios fieles, lo que puede ser muy discutible, pienso yo.
Me resulta triste ver a mi Patrona envuelta en estos embrollos con argumentos que respeto, pero con los que no comulgo ni en el fondo ni en la forma. Su manto procesional no fue una donación de Franco, equívoco, por cierto, que persiste en un mínimo sector de ceutíes. Ese fue el que en su nombre entregó a las Damas de la Cofradía el arquitecto de la Alta Comisaría en 1948. Una prenda de escaso valor y poco gusto por cierto, que la Hermandad conserva, aunque se utilice en contadísimas ocasiones.
El otro manto, el que luce cada cinco de agosto la Virgen, que podría valorarse, calculan, en unos 350.000 euros, Tomás García Figueras, tras su recepción, lo describía así en 'ABC': "Es de tisú de plata bordado en oro, lleva el escudo de España [el oficial de la época], los emblemas de los Cuerpos a los que pertenecieron los interventores y estrellas de cinco puntas, la estrella salomónica del Majzen, que, de tamaños diferentes, simbolizan el recuerdo de la delegación de Asuntos Indígenas, de las Intervenciones territoriales y de las comarcales".
Una vez recibido el manto y poco antes de ser estrenado por la Patrona en su salida procesional del 11 de agosto de 1957, fue expuesto solemnemente a los ceutíes con la siguiente leyenda: "Manto ofrecido a la Virgen de África por el Servicio de Intervenciones de la delegación de Asuntos Indígenas al cesar en agosto de 1956, como testimonio de gratitud y de devoto cariño a la que fue su Patrona, en la obra al servicio de España en Marruecos".
Estamos pues ante un presente de incuestionable tradición, historia y de un gran valor sentimental, que no entiende de connotaciones políticas o de exaltación del régimen franquista que quedó atrás ya para siempre. Póngase esto en valor, la historia. No ya sólo la nuestra sino la de esas Intervenciones que tan relevante misión desarrollaron en el Protectorado en el ámbito militar como en el civil con su nexo entre españoles y marroquíes. Todas tienen su referencia en el manto, que fue costeado además por el propio bolsillo de dichos interventores, una vez cesada su misión por la independencia del vecino país.
Hay quien va más lejos, como he podido leer en Facebook de ese gran cofrade que es Pepe Montes. Subraya que "se fijan en el escudo, pero no en el que es el único manto de la Virgen en el mundo con los caracteres en árabe, ejemplo de multiculturalidad y tradición". Muy oportuno, Pepe.
¿Y la ley de la Memoria Histórica? Pues mire Vd., sin entrar en profundidad en el tema, por la brevedad que impone la columna, también se consideran en ella determinadas excepciones por razones histórico–religiosas. ¿Será éste nuestro caso? ¿Qué hacer si no con el manto? ¿Guardarlo para siempre enterrando tan preciado presente de tradición y sentimientos? ¿Cambiarle el escudo, lo que podría derivar en una auténtica chapuza?
De una vez por todas convendría dejar las cosas claras para evitar situaciones tristes que, a la postre, podrían dividirnos a los ceutíes. La actual Hermandad, que tan excelente labor por cierto está desarrollando, tiene mucho que decir aquí. Como apunta otro excepcional cofrade, Paco Pérez Buades, "la autoridad competente para sustituirlo [al manto] es el Cabildo General Extraordinario, según el Reglamento Diocesano de Hermandades y Cofradías".
Preocupémonos pues por problemas más serios, que por desgracia son cuantiosos los que padece este pueblo, y dejemos aparcadas estas esporádicas, cuando no oportunistas, tormentas de verano. Yo, como tantísimos ceutíes, paso del escudo. Totalmente. Me importa mi Patrona y Madre, a la que contemplo con emoción y profundo sentimiento cada vez que la veo procesionar ataviada con tan elegante e histórica vestimenta en su solemne presencia en la calle al encuentro con sus fieles devotos.
Y que la Virgen de África nos proteja. Que mucho lo necesita esta ciudad.