Resulta una obviedad en estos momentos afirmar que Mariano Rajoy Brey, Presidente del Gobierno en funciones y cabeza de lista del Partido Popular, fue el candidato que mayor respaldo electoral cosechó en las pasadas Elecciones Generales con el 28,72% de los votos escrutados. Correspondiendo la segunda posición al candidato socialista, Pedro Sánchez, con el 22,02%. Por tanto, no puede existir duda alguna respecto a quien correspondió el triunfo electoral con 5.530.696 votos recibidos.
Si a Pedro Sánchez le pareció una humillación para sus votantes que Podemos, quien había sacado menos votos que él, le pidiese facilitar un gobierno a cambio de la vicepresidencia y los ministerios del Interior, Economía y Hacienda, Justicia y Defensa. A nosotros nos parece al menos tan humillante, que quien ha sacado menos votos quiera gobernar a cambio, no de la vicepresidencia, sino de la propia presidencia del Gobierno.
Por todo ello, y al margen de otras consideraciones, esperamos y deseamos, que el secretario general de los socialistas españoles entienda, que, por respeto a la militancia popular en primer lugar, y por respeto al país, a las políticas que deben hacerse para consolidar las mejoras experimentadas en los últimos años, esta formación no prestará su abstención a un gobierno de izquierdas, y mucho menos a un gobierno de izquierdas radical.
Sin ninguna duda, España necesita un presidente con dignidad, jamás humillado, ni hipotecado a las exigencias de populistas, radicales e independentistas. Es el momento del acuerdo entre formaciones centristas constitucionalistas, que trabajen desde el consenso con la mirada puesta en un único objetivo, seguir creciendo y generando empleo. Por ello, el Partido Popular continuará trabajando para conseguir un gran Pacto de Estado con Partido Socialista y Ciudadanos.