Palomitas, palomitas de maíz!”- A buen seguro, el día de la boda de Christian Cajal y Estefanía, Carmen, “ la de las palomitas” les habría echado de éstas en vez de pétalos de flores o arroz.
Lo acabo de ver por T.V. de Ceuta. Christian y Estefanía se han casado. Claro, faltaba Carmen, madre de Christian, a la que conocí una fría tarde de invierno en la “Gran Vía” de Ceuta. Allí estaba ella vendiendo y regalando, aparte de ilusiones, palomitas de maíz. No había quien se le resistiera. Con su gracejo atraía a todos, incluidos los niños a los que no dudaba en regalar globos de colores e incluso palomitas.
Yo entablé conversación con Carmen, y era la primera vez que lo hacía. Era un ser entrañable, simpática, abierta y muy dicharachera. Al haber estado yo tantos años viviendo fuera, no la conocía, pero tampoco me había cerciorado de su presencia al pasar por la “Gran Vía” donde ella se colocaba con su pequeño puesto de “palomitas de maíz” y globos de colores. Me contaba que se quedó viuda muy joven (falleció en Diciembre del 2014, creo que con 55 años ). Me habló de su familia y de su hijo Christian que siempre se acercaba a ver a su madre por las tardes, acompañado de su novia. A estos los conocí aquella primera tarde que estuve hablando con ella. Me comentó que era un gran cantante de “copla” y tenía un disco grabado. Me lo enseñó y le compré uno. Está dedicado a su padre (¡a quién mejor!), quien había fallecido no hacía muchos años de la terrible enfermedad que todos sabemos. Cuando llegué a mi casa, lo estuve escuchando y efectivamente, Christian canta muy bien; incluso en su voz, parece mayor, ya que si mal no recuerdo, por aquel entonces tenía 23 o 24 años. Carmen y yo seguimos hablando de muchas cosas, sobre todo de su vida. Así estuvimos un buen rato. También le encantaba dar de comer a las palomas. Carmen tenía un buen corazón y esto se traslucía en su mirada y buen hacer y estar. Todo el que pasaba por su lado o la saludaba o le compraba palomitas de maíz, “ la ilusión de muchos cinéfilos para acompañar una buena película”. Me contaba que llevaba 25 años reclamando un “Kiosco cubierto” al Ayuntamiento, pero no se lo concedían. A buen seguro, hoy estará contenta y “desde donde esté observará cómo su familia se ha hecho cargo de uno” concedido . Éste se encuentra al lado de un “kiosco” de prensa, cerca de la escultura de la “Constitución” próximo a la cafetería “el puente”.
Me animaba aque fuera por la “Asociación de la Copla”, situada en el “Paseo de las palmeras”, donde los fines de semana había actuaciones con cena incluída y donde su hijo Christian actuaba a menudo. Hará como unos tres meses, a Carmen se le rindió un sentido homenaje en el lugar donde se colocaba para vender sus “palomitas de maíz”. Fue por la tarde, sobre las ocho. Allí se concentró bastante gente, dando las muestras de cariño que a Carmen profesaban. Había muchos más que a buen seguro la recordarían. Estaban sus hermanas e hijos, también nietos. La tarde estaba espléndida para un acto tan entrañable. Tengo un bonito reportaje fotográfico de aquella tarde. Envío dos fotos: en una de ellas se ven a Christian y Estefanía al lado del puesto de “palomitas”. La otra es una placa conmemorativa en su recuerdo. Ésta estaba cubierta por una cortinilla de color rojo y fue deslizada por uno de los hijos de Carmen para poder ver la dedicatoria.
Un gran aplauso sonó en aquel momento quedándole agradecida a esta buena mujer, los buenos ratos que pasamos a su lado. Su hijo Christian no tardó en rendirle un homenaje a su madre en una de sus actuaciones, dedicándole una preciosa canción.
P.D. Sólo quería rendirle un sencillo homenaje a esta gran mujer que tanto daba y hacía por los demás, ya que en su momento no pude dedicarle estas sentidas palabras.
¡Gracias por tu nobleza!