La labor del Banco de Alimentos se ha convertido en clave para muchas familias. La situación económica y la deriva a la que ha sido llevada la sociedad ha provocado que familias que nunca hubieran pensado en tener problemas básicos se hayan visto obligadas a pedir ayuda para mantenerse. Si antes este tipo de atenciones parecían estar muy focalizadas en grupos concretos, ahora nadie sería capaz hacerlo porque nadie sabe a ciencia cierta cuándo va a necesitar del apoyo.
Por eso la bautizada como la ‘Gran Recogida’ es el momento idóneo que tenemos todos para colaborar, poner nuestro grano de arena para que el almacén de alimentos en Ceuta se llene de reservas suficientes. No hay que hacer esfuerzo alguno, solo acercarse a los supermercados en donde están los voluntarios para hacer una compra y donarla. Esa colaboración (le puede costar lo mismo que tomarse un café) puede resultar crucial para familias que, de no ser por este apoyo, serían incapaces de llegar a final de mes.
Los cierres de empresas, los despidos, los recortes en los sueldos han llevado a muchas personas a tener que o bien apretarse el cinturón hasta el máximo o vivir de cierta dependencia al necesitar del apoyo de este tipo de entidades para poder satisfacer las necesidades más básicas como es el alimento.
Mirar hacia otro lado, seguir manteniendo eso de que ‘en Ceuta seguimos viviendo muy bien’ o la Administración mantiene todos los puestos de trabajo es una gran farsa. Mantendrá, como insiste y repite hasta la saciedad el propio Vivas, los empleos dependientes del Ayuntamiento, pero no el resto. ¿Son invisibles? Parece que sí a ojo de la Administración que parece no tener en cuenta a todos esos empleados de empresas privadas que han ido a la calle o esas propias empresas que han tenido que cerrar porque carecían de liquidez. Ahí los ajustes han llegado hasta el punto máximo de causar la quiebra dando pie a las consiguientes consecuencias negativas para muchas familias.
Quizá hoy puede pensar (eso aún es gratis) que mañana puede ser usted el que se encuentre en una mala situación económica, el que necesite acercarse al Banco de Alimentos para mantenerse sin que por ello le tengan que poner la etiqueta de beneficencia. Con dignidad se pide ayuda, con la misma dignidad con la que hemos tenido que soportar una pérdida de derechos engullidos por unos nefastos gestores. El apoyo que dé hoy puede ser el que usted necesite mañana.