Hace años, la Ciudad enviaba a su máximo responsable en Medio Ambiente a las ferias de turno para recoger galardones que servían parpremiar la limpieza de nuestras calles. Eran aquellos míticos ‘premios escoba de...’ que olían a previo pago para salir en los papele justificando los dineros que se embolsaba Urbaser.
Ahora los tiempos han cambiado. Y hasta hablar de Urbaser trae mal fario. Hoy tenemos a TRACE, empresa protegida, según denuncia la diputada no adscrita Fatima Hamed. Empresa elegida para mantener limpias unas calles que no lo están. Y no escribo por escribir. He tardado exactamente dos semanas en publicar esto porque es el plazo que he dado a la permanencia de una vomitona en plena calle céntrica sin que nadie la limpiara. Dos semanas justas. Ejemplo significativo de cómo se presta un servicio sobre el que antes se tenía obsesión y ahora parece que se le permite todo, hasta que, por no cubrir las vacaciones de verano, dé medio mes más en invierno a los que elijan quedarse.
Los modos y maneras que estile TRACE y lo que le permita la Ciudad y amigos no debería ser un problema si Ceuta estuviera limpia. Pero no es así. Centro y barriadas dejan mucho que desear, es una evidencia para el que quiera verlo. Podemos optar por engañarnos, entonces usaríamos el prisma de la época de los premios pagados y simularíamos que todo está correcto.
No sé si, como dice Fatima Hamed, hemos pasado de ‘Guateurbaser’ a ‘Guatetrace’, lo que sí puede ver cualquiera de nosotros es que el servicio no se está prestando como se debe, que la organización de la empresa no es la debida y que los resultados están a la vista de todos. Se limpia mal, tarde y a medias.