Desde que soy redactor de deportes (más de una década) no hay una competición más polémica en Ceuta que la Liga Nacional Juvenil.
Este fin de semana nos encontramos con otro caso, el de las denuncias del San Juan después de que sus jugadores se llevaran una buena paliza en el 'Murube', y no hablo de deportiva. Aporta el club material gráfico en donde se ven a cuerpos casi de niños (que es lo que son) con arañazos y golpes.
¿Cuál es la respuesta del Ceutí, un club 'señor', de los más veteranos en la ciudad, a estos hechos? "Tenéis que ver lo que nos hacen a nosotros fuera": lo llevo oyendo todos los años desde que trabajo en este medio.
¿Cuál es el problema? Ceuta cuenta con dos periódicos de papel, dos televisiones y cuatro páginas webs que informan, con mayor o menor despliegue, del deporte ceutí.
En la península la cobertura que tiene esta categoría es mínima, prácticamente inexistente, y claro, lo que ocurre en esos campos pequeños y, si me disculpan, de barrio en su mayor parte, se queda allí, y nada más.
¿Tenemos que callarnos los periodistas? Por supuesto que no. Es nuestro deber, aunque al presidente o el mandamás de turno, en su enfado, le dé por cerrarnos las puertas en las mismas narices.
¿Y los árbitros? Comprendo la presión que tienen. En Ceuta todos nos conocemos, y por eso el Comité tarda tanto en anunciar los colegiados que pitarán al Ceutí o al Goyu-Ryu, para evitar que fulanito o menganito se vean acosados durante toda la semana.
Pero ayudan. Y tanto. Algunos con más habilidad que otros, estos últimos descarados y torpes, propiciando que el club y de rebote, la ciudad, queden en evidencia.
Y los niños 'pagando el pato', pero claro, "verás cuando vayamos a San Juan", dirán. Lo dicho: "y tú más".