Los sureños sabemos mucho de cómo montarla, somos de sangre caliente y ritmo en las articulaciones. Tal vez por eso lo único que nos hincha las narices es que nos la den con queso. Ahora estamos con las narices bien hinchadas y no es el polen, ni los ácaros, son los sinvergüenzas que no pagan sus deudas, que se llevan nuestros ahorros y que se dan la vida padre, pasando por las puertas de los juzgados sin mancharse el expediente. Es lícito, ya les digo, ser alguien y salirte con la tuya, o sea, no pagar por lo que has hecho, mientras los desagraciados de los demás, lo más normal de la normalidad que asola las casa de vecinos, tenemos que cumplir las normas a rajatabla, por versión testicular. Muchas veces tenemos la impresión de que hacen esas lindezas para jorobarnos el día, porque nos joroba ver los noticiarios y enterarnos de todo el que ha robado, ver el dinero saliendo de cuentas suizas o de debajo de cajas, con la misma alegría desbordada de los asaltos a infraviviendas de despoblados, que eructan billetes bajo tuberías en forma de miles, de miles, de euros.
Pero eso, ya ven, lo entendemos, entendemos que la delincuencia es eso y que para eso está la Policía, para darles cuartelillo, nunca mejor dicho. Pero … ¿y los otros que no son más que fantasmas como los de Amenábar? ¿qué hacemos con ellos?, ¿qué hacemos con los Bárcenas, los Urdangarines, su bendita compañía que no mueve un dedo, ni se moja en la inmundicia conyugal y sí se beneficiaban con un gran tren de vida? ¿Qué hacemos con los políticos corruptos que machacan las ilusiones de tantos y el futuro de miles con sus desbandadas, con sus salidas de madre y su poca entrega? ¿Qué hacemos para limpiar tanta mancha? Estamos hasta las trancas y aburridos, hastiados y vienen ellos, los de la idea única, que subyugan, que condicionan mentes que no quieren más que hacer el avestruz y comer y defecar cada día, igual que los animales y siguen fieles a las consignas que les marquen, porque el emigrante corrompe y los de diferente etnia o país o condición o cortex cerebral son eliminables. Éste es un punto de inflexión, pero nadie parece darse cuenta, porque las clases de Historia son para una mesnada elitista y los profesores de instituto no pueden con tantas horas y tan esquilmados sueldos.
Queremos irnos a Curasao con los de CAM, vender nuestra alma al diablo y estafar a quien caiga por delante, que Gran Hermano nos abrió la brecha en la cabeza y se nos colaron ideas de la picaresca , de cuando a un ciego se le engañaba antes de que te moliera los hígados a palos. Ahora, por imitación vergonzante de los grandes estafadores, se engaña a pequeña escala, se deja destrozado el piso alquilado a un particular, sin pagar la luz y el agua, no porque no se pueda sino porque gusta más de pagar otras cosas que dan más chancha como el ONO y se burla a las compañías de seguros o se pide una pensión a la Seguridad Social, aunque tengas que cojear. ¿Por qué no podemos hacerlo si los ricos y poderosos lO hacen? ¿Por qué?¿Solo porque somos unos desagraciados? Pues les demostramos que no, que igual que nos enceramos la piel a tiras con los tatuajes como los de los Shore y brindamos nuestra sexualidad al que mas pague, podemos con esto que consiste en hacer lo que sea para seguir marcando el paso, caiga quien caiga.
La vida ha cambiado, se ha trasmutado para sobrevivir a la crisis, sin que te corten el móvil por internet, sin que los vecinos sepan que tú no pagas y que te vas un buen día, porque has encontrado otro incauto que tiene que alquilar su piso para que no se lo quieten los del banco, al que dejarás el inmueble destrozado y sin pagar nada, tampoco la luz , ni el agua. ¡Jodidos todos, que nos muerden el alma a bocados pútridos y apestados, que nos convierten en iguales con la misma ambición, con la misma deslealtad y con la misma bacteria devoracarne que nos inoculó el plasma!