A voluntad propia. Cuando la realidad no gusta, son muchos quienes optan por no querer verla. Por cerrar los ojos, taparse los oídos o dar la espalda a hechos y cosas de cuya existencia prefieren no ser conscientes. No es agradable ver el sufrimiento ajeno pero menos debe serlo cruzarse de brazos pudiendo hacer cosas por aliviarlo, aunque sólo sea parcialmente.
Día a día, el Gobierno (tanto nacional como local, ambos del PP) no muestra ningún atisbo de implicación ante el sufrimiento ajeno. Todo lo contrario. Un sufrimiento que se materializa de diferentes maneras. Para no extenderme en exceso, sólo tres ejemplos.
Ejemplo 1. Mañana empiezan las clases para miles de niñas y niños en Ceuta. Para muchos de sus padres, es un auténtico quebradero de cabeza la vuelta al cole por no poder hacer frente a los gastos que ello supone. ¿ Qué apoyo inmediato (material y económico, porque del verbal estamos ya cansados) ofrece el Gobierno? Si no se procura que a ningún niñ@ le falten los elementos más básicos para su formación, ¿por qué les extraña que protagonicemos el ranking del fracaso escolar?
Ejemplo2. Buscar trabajo en Ceuta es cada vez más parecido a localizar una aguja en un pajar, hasta tal extremo, que la máxima esperanza para muchas personas es salir en las listas del plan de empleo. Si se ha mantenido el mismo Gobierno durante más de una década y la situación empeora día a día, el responsable está claro. Blanco y en botella. ¿No debería asumir esa responsabilidad alguien? Entiéndase por asumir, dimitir. ¿No debería ser el empleo una de las máximas preocupaciones y ocupaciones de quienes nos gobiernan?
Ejemplo 3. Y en estrecha relación con los anteriores. Si no se tienen recursos propios fundamentalmente porque no se encuentra trabajo y el Gobierno no lo soluciona, la opción que les queda a muchas familias para subsistir es la asistencia social. ¿Por qué se limita y encorseta el acceso a las ayudas sociales? ¿Por qué para ofrecer una ayuda puntual y de urgente necesidad se tardan meses? ¿Por qué se reduce la aportación presupuestaria anual de servicios sociales aún sabiendo que (también) protagonizamos el ranking de pobreza? ¿Por qué se consiente, por parte del Gobierno del PP, que haya familias que (casi) tengan que recurrir a la mendicidad?
Imperdonable social y políticamente.
Olvidan quienes mandan que aunque no quieran ver ni oír, la realidad es la que es y las cifras y datos objetivos no son invenciones sino el reflejo de una situación que ellos, pasivamente, se empeñan en mantener… Tal vez porque no les afecta, no les interesa o no son capaces de darle solución.