En 1922 los camiones blindados actuaron en el avance sobre Dar Buxada, Dar Azugag y Driu Drius, ocupación de Sepsa, marcha sobre lehtiuen y misiones de protección de convoyes. Obviamente, a medida que se incrementaba el número de vehículos disponibles aumentaron sus responsabilidades y tareas, lo que hace imposible mencionarlas todas. Sí que conviene añadir que, por Real Orden de 9 de Septiembre de 1925, el Grupo de Automóviles y Radiotelegrafía de Melilla, perteneciente al Regimiento de Radiotelegrafía y Automovilismo, fue distinguido con la Medalla Militar colectiva. Se la mereció, según leemos: Por su brillante actuación en los numerosos hechos de armas en que intervino en el territorio de Melilla del 22 de Agosto de 1921 al 1 de Septiembre de 1924.
Convendría contar, llegados a este punto, un caso de cooperación entre camiones protegidos ya que nos ofrece una idea de las condiciones en las que se desarrollaban los combates. En una acción ocurrida el 26 de Diciembre de 1924, el camión nº 9 sufrió daños de consideración al tropezarse con una bomba de aviación que, a modo de mina, había sido colocada por los árabes en el camino de Tizzi-Azza resultando heridos sus cinco tripulantes. Por fortuna l camión nº 12, mandado por el Sargento Cabezuela y que iba a retaguardia, pudo recogerles, así como al armamento, dando cuenta de lo sucedido al puesto de Tafersit. En vista de que no era posible reparar in situ el vehículo dañado, debido al fuego enemigo, tuvo que montarse una operación en la que, con la presencia de carros de asalto de Artillería y cuatro camiones protegidos, se logró rescatarlo.
Medalla Militar Colectiva
Por Real Orden de 9 de septiembre de 1925, el Grupo de Automóviles y Radiotelegrafía de Melilla, perteneciente al Regimiento de Radiotelegrafía y Automovilismo, fue distinguido con una de las más importantes condecoraciones militares, la Medalla Militar Colectiva. Se la mereció por su brillante y ejemplar actuación en los numerosos hechos de armas en que intervino en el territorio de Melilla del 22 de agosto de 1921 al 1 de septiembre de 1924.
El Sargento Rancaño
Capítulo aparte merece el entonces Sargento de Ingenieros D. Francisco Rancaño Carrillo, que tuvo una destacada actuación y mérito desde la llegada de los camiones protegidos a Melilla. Participó en los primeros convoyes a Casabona consiguiendo notoriedad cuando el 21 de Diciembre de 1921, internándose varios kilómetros en territorio hostil, liberó a cuatro soldados españoles prisioneros regresando sin novedad al campamento de Monte Arruit. Luego participó en otras operaciones de recogida de heridos y protección de avances como en Ras Tikermin, donde hubo de reemplazar a toda su tripulación herida para poder continuar combatiendo.
Estos servicios le hicieron acreedor, el 15 de septiembre de 1922, de la Medalla Militar individual continuando después con sus actuaciones tanto diurnas como nocturnas. En algunas de estas últimas pernoctó, con su vehículo en algún barranco reapareciendo cuando ya se le daba por perdido. Su valor y pericia le sirvieron para ser ascendido a Suboficial, empleo equivalente al actual de Subteniente.
En definitiva, quede la figura de este militar como testimonio de lo que fueron las tripulaciones de los camiones protegidos, hoy en día olvidadas por la historia española.
Otra Laureada
El Sargento de Ingenieros García Marco quedó aislado con uno de estos ingenios, sufrieron, sin interrupción, el fuego del enemigo. La noche fue trágica. El enemigo emplazó un cañón en un montículo y comenzaron a disparar. En el primer disparo caían muertos tres soldados dentro del camión; el segundo mataba otros dos el tercero destruía toda la torrecilla del camión.
Los españoles se defendían con bombas de mano. A las once de la noche había en el camión cinco muertos, tres heridos graves y uno menos grave. Sólo quedaban dos hombres útiles, pero al ir a tirar el Sargento una bomba recibió una descarga y cayó herido en la cabeza y con una mano y un brazo casi destrozado. Estuvo sin conocimiento hasta la tres de la madrugada. Siguieron defendiéndose todo el día, sin agua ni víveres, pero el enemigo no lograba acercarse, resistiéndose todo el día y así llegó la noche, en la que el fuego fue menos intenso y, de esta, forma llegó al día 12. Ya no podían sostenerse. Sobre ellos cruzó un avión español y el piloto les dijo algo que no comprendieron. Intentaron una salida los cinco que estaban heridos y el único que quedaba ileso. Antes habían inutilizado las llaves de los fusiles y ametralladoras. A los pocos pasos cayó sobre ellos el enemigo.
Después de esto, García Marco pasó dieciocho meses de cautiverio triste y doloroso. Logró la libertad cuando Abd-el-Krim fue derrotado.
La Laureada
El año 1926 comenzó a tramitarse el Juicio Contradictorio para conceder a García Marco la Laureada de San Fernando; se suspendió el trámite cuando se le dio por muerto, mas al volver del cautiverio se puso en marcha de nuevo la propuesta que fue concedida por el gobierno de la República.