Es época de crisis, de recortes, de despidos, de anuncios que desagradan a la ciudadanía en general. Son momentos de crispación, de anuncio de huelgas y de protestas y, desgraciadamente, tiempos en los que las sagradas madres que de nada tienen culpa son mentadas -y no precisamente para bien- por todos aquellos que tienen que castigar con su verborrea a alguien. Particularmente estoy de acuerdo con algunas protestas, con otras no tanto. Creo que como casi todos, porque el egoísmo nos marca y cuando alguna de las medidas no te afecta es complicado que ejerzas una solidaridad con el de al lado. Por mucho que lo intentes... como que no te sale.
En medio de este panorama, me quedo con las actitudes odiosas y viscerales de los que hasta hace bien poco eran unos simples mamones. Y de esos tenemos tela. La subida de impuestos, los famosos recortes y el despido de algunos asesores ha provocado, en el caso de Ceuta, que haya demasiados ex mamones acordándose de Juan Vivas. Mientras estaban chupando de la teta paseaban por la Gran Vía creyéndose dioses, mirando por encima del hombro al creer que como habían metido la cabeza en la olla ya nadie les iba a poder sacar de allí. Cuando comenzaron los rumores de ceses, alguno empezó a ponerse nervioso porque temía que pudiera tocarle, hasta que don Juan les llamó a su despacho informándoles de que a partir de este mes van a tener que buscarse la vida fuera. Cuando empezaron a recortarse las subvenciones (y las había hasta por tocar la flauta), hubo quienes cambiaron la foto de Vivas a lo Sánchez Prado y empezaron a denunciar el infierno en el que les había metido. ¿Se puede pasar de la auténtica veneración a esta situación de vapuleo exacerbado? Pues ya ven que sí, porque está pasando. Los ex mamones son los peores, porque mientras han podido llenar las alforjas -incluso de forma insultante- se han peleado por salir en la foto, llegando al punto de que siendo unos auténticos paletos se creían que estaban ahí por sus méritos y capacidades. Vivas alimentó a mamones y mamonas por doquier, con el dinero de todos los ceutíes, por supuesto. Y ahora, cuando le han apretado el cinturón, ha tenido que empezar a reorganizar todo como lo que siempre tenía que haber hecho pero no hizo.
Críticas, todas las que quieran. Pero yo me quedo con aquellas que tienen fundamento y no con las de unos resentidos que mañana, si los tienen cerca, les apuñalarán. No tengan dudas.