Rajoy llegó al Gobierno prometiendo que iba a sacar a España de la crisis y a crear empleo, con un plan a 4 años muy serio y riguroso que ya tenía preparado. La primera parte no la está cumpliendo ni por asomo, en cuanto al plan, el Presidente tiene previsto no dejar títere con cabeza.
Y es que Rajoy no se olvida de nadie. A los que buscan trabajo, les dice que no va a haber empleo en mucho tiempo y que se les sumarán 630.000 parados más este año. A los que lo tienen, les ha desprotegido totalmente con su reforma laboral, ahora la empresa les puede bajar el sueldo, cambiar el horario y variar cualquier otro aspecto de su convenio, y si se quejan y no aceptan, despedirles, con una mínima indemnización o ninguna.
Los jóvenes también están siendo el foco de sus políticas. Rajoy ha congelado el Salario Mínimo Interprofesional, cuando ni siquiera en los años más duros de la crisis ha dejado de subir. Pero ahí no queda la cosa, les ha quitado la única ayuda que tenían los jóvenes para pagar el alquiler de su vivienda, la renta básica de emancipación.
Con Rajoy en el Gobierno, ser mileurista ya es un sueño. Si tienes cualificación, lo que Rajoy te ofrece es un contrato con un año de prueba, tras el que puedes ser despedido, sin ninguna indemnización. Si no tienes cualificación, lo máximo que te ofrece es un contrato de formación y aprendizaje, normalmente con un salario muy bajo, pudiendo estar enlazando este tipo de contrato desde los 16 hasta los 30 años.
Ha quitado las becas como derecho, vuelven a ser discrecionales, ha reducido a la mitad las becas para estudiar idiomas en otro país, ha cambiado el plan de estudios y, esta misma semana, ha subido un 66% las tasas universitarias, en un nuevo ataque a la educación pública.
Las mujeres también están padeciendo las medidas de Rajoy. La reforma laboral puede suponer en la práctica la desaparición de los planes de igualdad, que estaban incluidos en los convenios colectivos, de los que ahora pueden descolgarse las empresas. Han desaparecido las bonificaciones cuando se reincorpora una mujer, tras una excedencia por cuidado de un hijo, y se limita y condiciona el derecho a la jornada reducida y el permiso de lactancia.
Como ya he dicho, Rajoy no se ha olvidado de nadie. Ha parado en seco la aplicación de la Ley de Dependencia, una decisión que ha dejado a más de 300.000 ciudadanos, en situación de especial debilidad, sin la ayuda y atención a la que tienen derecho por ley.
La mayoría de los pensionistas cobran menos que el año pasado, ya que la subida del 1% de las pensiones ha quedado anulada y superada, en muchísimos casos, por la subida de impuestos. Y ahora para colmo, les obliga a pagar los medicamentos.
Nunca en la historia de nuestro país, ningún Presidente del Gobierno había destruído tantos logros y derechos como Rajoy. Y lo peor es que esto no ha hecho más que empezar.