Los delitos medioambiente no suelen ser castigos como es debido. Esto pone de manifiesto la insuficiente conciencia medioambiental que existe en el ciudadanía y que alcanza a las administraciones ya que no se actúa con la contundencia que se debiera cuando se detectan prácticas irregulares en la materia. Según los datos que la propia ciudad ha dado a conocer el volumen oscila entre las 20 y 25 toneladas de residuos y escombros al día y son recogidos por las patrullas de Obimace, dependientes de la Consejería de Servicios Comunitarios y Barriadas, para intentar acabar con la problemática de los vertederos incontrolados tanto en el monte como en otras zonas urbanas.
¿Cuántas sanciones se ponen?, ¿se está aplicando la reciente ordenanza del buen uso de los espacios públicos? Al parecer las sanciones deben ser por escasas. Mientras tanto los vertederos ilegales van en aumento, tal y como ha detectado la propia Ciudad. El Seprona y la Policía Local deberían colaborar con garantías para conseguir una efectividad mayor. En varias ocasiones hemos leído a Septem Nostra solicitar que haya más agentes encargados, precisamente, de evitar estos vertidos ya que la aplicación de las sanciones parece que se presenta como única manera de erradicar unas prácticas que ya son demasiado comunes entre determinado sector. No sabemos si con la nueva reestructuración policial se tratará de recuperar las patrullas ecológicas o se volverán a poner en servicio los coches que pretendían servir para frenar los atentados medioambientales. Septem Nostra también ha denunciado ha denunciado que existe una vinculación clara entre las obras ilegales y los vehículos que se dedican a abandonar escombros en los montes. Si esto fuese cierto, pondría de manifiesto otro asunto sobre el que urge un control, que o no existe o está resultando ser insuficiente. La aplicación de sanciones es tardía y mientras se acumulan los expedientes hechos por la Policía Local sobre obras ilegales se ralentizan las multas contra los responsables de estas construcciones. Si esta supuesta vinculación a la que hace referencia la asociación ecológica fuese cierta, hace que sea aún más grave la ausencia de mecanismos adecuados para reducir el impacto medioambiental que se provocan con estas actuaciones. Esperemos que pronto anuncien, junto a la reestructuración policial, las patrullas ecológicas. En esta materia queda mucho por hacer.