Rápido, muy rápido, mandó el Ingesa una nota de prensa para defender la labor de los pediatras. Ciertamente desconozco a que venía, en plena celebración del juicio de los neonatos, esa lectura de intenciones en defensa de no sé qué. Ahora echo en falta otra nota, otro comunicado, algo... porque en la sentencia dictada por la jueza del Penal 1 se dicen muchas cosas que son como para que el máximo responsable de la sanidad ceutí salga a la palestra. Me dirán, ¿por qué?, ¿es que acaso tiene que ver con unos hechos ocurridos hace cinco años? No, pero tiene que ver con lo que está ocurriendo ahora, con esos déficits sanitarios que no se superan, para los que no se pone remedio a pesar de que nos inauguren un hospital que llaman vanguardista pero que a fecha de hoy sigue presentando las mismas carencias recogidas en este fallo judicial. ¿Qué atención existe para casos de prematuros?, ¿disponemos de una UCI para los casos de gravedad?, ¿en qué se ha avanzado en la contratación de especialistas?, ¿tiene una embarazada en Ceuta los mismos derechos y recursos que cualquiera de otro lugar de España? Que los anteriores responsables digan en un juicio que la situación sanitaria, en este ámbito de la pediatría, es desesperada choca con todas esas parafernalias políticas que nos venden a los ciudadnos, que no son más que burdas mentiras construidas en un mundo de hipocresía y falta de responsabilidad. ¿Le explicaron esas situaciones desesperadas a la ex ministra Pajín?, ¿se lo explicarán a la actual responsable Ana Mato cuando Pacoantonio la traiga a Ceuta?
Sería bueno, sería honesto y sería incluso necesario por el respeto que merecen los profesionales que tienen que soportar esta situación y los que se escaparon de la sanidad pública porque no soportaban tanto insulto, tanta prepotencia y tanto caos organizativo que padecemos todos. Por cierto, ellos también, porque son humanos.