Poco menos de 2 meses faltan para los comicios electorales que abrirán las puertas de la esperanza a los españoles, especialmente a los más afectados por la pasividad, incapacidad, agresividad y negligencia política de un gobierno socialista, es decir, por casi todos: parados, trabajadores, pensionistas, funcionarios, empresarios, autónomos… familias, ancianos, enfermos, adolescentes… cristianos, musulmanes, hebreos, hindúes… No ha existido ni un solo grupo social que no haya sido gravemente afectado por las políticas de este nuevo socialismo amigo de la riqueza, arrogante e iliterato.
De envenenada tildó, el líder de la oposición, a la herencia que dejaba un socialismo dirigido por el dueto Zapatero-Rubalcaba, y no es para menos, pues ya no pueden ocultar casi nada de la nefasta gestión realizada con el erario público. Se ha pasado del estado del bienestar al malestar generalizado y de ahí a la indignación con los indignados que estratégicamente guardaron silencio cuando convenía al socialismo. Hemos mutado del trabajo a la desolación del paro y de ahí a la desesperanza de la pobreza. Hemos cambiado la ilusión por el avance personal y social por debutar en la penuria. Hemos viajado de ser un país plenamente inmerso en una economía mundial solvente, al borde del precipicio dónde terceros países discuten cómo rescatarnos.
Pero el cúmulo de los números rojos de la economía que nos deja, es solo una parte del resultado de este pésimo gobierno. La cohesión social totalmente magullada por los ataques continuos de una política encaminada más que a resolver conflictos sociales, a ofender y molestar a grupos sociales, y la aplicación de los mayores recortes sociales de toda la historia de la democracia, han fomentado el crecimiento de la injusticia social. La pésima imagen que los ciudadanos tienen de los políticos, identificados fundamentalmente con sus gobernantes y la gestión que estos realizan, han provocado la pérdida de confianza en las instituciones democráticas, incluso la justicia y el estado de derecho se han visto afectadas por esto.
La rendición preventiva ante el terrorismo más vil, cruel y sanguinario que lleva años atormentando a España, donde incluso aquellos que defienden que nos apunten con un arma, aparecen en los ámbitos y foros democráticos , y asomen casos judicializados como el caso Faisán.
La desmembración de España en un mapa autonómico que cada vez se asemeja más a nuevos reinos de taifa. Y la perdida de capacidades de relaciones internacionales, dónde se nos compara con Grecia o Portugal. Son otros de los legados que nos deja el PSOE.
Tras la que espero sea una rotunda victoria electoral dela derecha española, el nuevo gobierno que de ahí se constituya, no tendrá ni un solo segundo para lamentarse de la herencia recibida. Deberá ponerse a trabajar con intensidad desde un primer momento para llevar a cabo todos los proyectos que esta ideología reformista posee para España. Ojalá sea así.