Se está creando una auténtica conciencia ciudadana en torno al tema de los perros abandonados. Y eso es bueno porque significa que hay gente, mucha, a la que le importa lo que está ocurriendo en Ceuta y la forma en que se está abordando todo lo relacionado con el trato que, administrativamente, se da a este asunto. A la batalla a favor de los animales que lideran colaboradores como Kiko (hoy nos ofrece una nueva ventana a la información) se está sumando más gente que está generando un foro de opinión.
En Ceuta hay muchísima gente a la que le gusta los animales. Conozco a personas que incluso aprovechan el dar la vuelta al Hacho para dar de comer a aquellos que ven maltratados. Porque los hay, aunque el consejero Hakim no los vea (estoy pensando en regalarle algunas gafas para arreglar su miopía): ¿o piensa usted que tener a un perro amarrado a unas cadenas día y noche, noche y día... y así durante toda su canina vida no es una forma de maltrato? También conozco de personas que han denunciado por múltiples vías la existencia de manadas de perros al completo vagando por los montes, e incluso conozco a quienes los han recogido para atenderles o cuidarles después de haber sido atropellados o salvajemente atacados. Esto da una idea del problema que tenemos y de la existencia de personas que se preocupan por él y quieren saber la manera en que la Ciudad va a arreglarlo.
Se están escribiendo muchas cosas pero hay algo común: falta claridad. Y eso provoca que haya miedo y recelo: los amantes de los animales quieren que se les explique cómo se va a hacer para recoger a perros, quieren saber a dónde irán y, sobre todo, quieren garantías de que no habrá una carnicería. Y eso la Ciudad debe explicarlo, a la par que se pone las pilas porque en asuntos de esta índole está demasiado perdida.
Sé que en Sanidad Animal hay funcionarias que se han preocupado del asunto, que incluso en sus ratos libres han ido a comprobar qué está pasando. También sé que un miembro de la directiva de la Protectora se comprometió, en declaraciones a este periódico, que se iba a hacer una campaña de recogida. Y se hizo, pero sólo un día. ¿Los demás? Pueden decir que no tienen capacidad, pero que lo hagan, que abran la boca y se pronuncien, porque no puede existir una callada por respuesta ante un problema grave, que, por si no se han dado cuenta ustedes todavía, nos afecta al común de los ceutíes. ¿Quién no se da un paseo por el Hacho, Sarchal, García Aldave?, ¿quién no ha visto esta problemática?
No caigamos en el error de difundir este hecho con temeridad. Aquí hay unos culpables: los dueños que los abandonaron, los primeros. Pero hay más: la falta de una implicación de varias entidades para poner solución. No podemos permitirnos el lujo de mostrar una nula conciencia social en torno a este problema. Hay que actuar y bien.
Felicidades a gente como Kiko que nos ayuda a no olvidar que debemos respetar a los animales.