Más de dos millones y medio de personas (el 32% de la población) necesita ayuda alimentaria urgente. Los índices de malnutrición son los más altos de todo el mundo. La sequía agrava lo que ya era un situación humanitaria desesperada debido a 20 años de conflicto armado.
El estado nutricional de los niños de menos de cinco años en el centro y sur de Somalia es causa de gran alarma. Los niveles de malnutrición han alcanzado un nuevo 'pico' y son actualmente los más elevados de todo el mundo. El algunas regiones de Somalia, el número de niños con malnutrición severa se ha duplicado desde el pasado mes de marzo.
“Estos indicadores muestran que la población no puede hacer ya frente a las duras condiciones climáticas, como la actual sequía, mientras tratan de sobrevivir a conflictos armados y otras formas de violencia”, recalca Andrea Heath, coordinador del Comité Internacional de la Cruz Roja para Somalia. “Los grupos más afectados son los agricultores de secano y los pastores que no han sido capaces de ganar acceso a otras tierras de pastoreo. Problemas graves en los cultivos, pérdidas de ganado muy elevadas, el aumento de precios de los alimentos, las guerras recurrentes y la ausencia de la ayuda humanitaria son las principales razones de que una situación ya desesperada se haya convertido en algo aún peor en muchas partes del centro y sur de Somalia”.
Según Naciones Unidas, más de 2.5 millones de personas de Somalia –el 32 por ciento de la población- requieren asistencia humanitaria inmediata, básicamente ayuda alimentaria y acceso a agua potable. Uno de cada siete somalíes sufre desnutrición aguda.
Pero este país es sólo la punta de lanza de la grave situación que atraviesa la región de El Cuerno de África. En Kenia, con una población de casi 40 millones de personas, más de 3.5 millones de keniatas precisan ayuda humanitaria, y las comunidades dedicadas al pastoreo necesitan ahora recorrer distancias de más de 30 kilómetros para acceder a fuentes de agua. Indicadores igual de preocupantes se repiten también en Etiopía (3.2 millones de personas) y Djibouti (120.000 afectados).
La emergencia alimentaria afecta también a otra región de África, El Sahel. La combinación de pobreza, sequías, cambio climático y vulnerabilidad puede minar la paz y la seguridad en países como Níger, Chad, Burkina Fasso, Mauritania y Malí. El 20 por ciento de la población de esta región sufre hambre.
Por otra parte, los enfrentamientos que están teniendo lugar en la frontera entre Sudán y la nueva República de Sudán del Sur han provocado el éxodo de unas 100.000 personas que han huido de sus hogares y que necesitan también asistencia humanitaria para poder sobrevivir en la región de Kordofán del Sur. "La gente sigue en estado de shock ante esta grave situación y algunos tienen que habérselas con la pérdida de familiares y personas heridas o enfermas", apunta Kamal Dibio Zayid, coordinador de la Media Luna Roja Sudanesa en esta región.