No es habitual que mis colaboraciones se enfoquen en temas de Política Internacional; habitualmente las opiniones que suelo compartir con aquellas personas que leen mis artículos, se centran en temas locales, cuestiones del día a día, que nos afecta directamente a todos los ceutíes y las ceutíes; pero en esta ocasión quiero dedicar mi espacio a la directora y presentadora del programa “Los desayuno de TVE”. Ana Pastor se convierte en noticia.
En todos los medios de comunicación y en todas la redes sociales, especialmente en Twitter, “Ana Pastor” y su entrevista al líder Iraní, se convirtieron en el día de ayer, en la noticia más comentada. Una valiente entrevista en la que abordo temas tan controvertidos y delicados como las protestas en Oriente Medio, la situación que se vive en Libia, el accidente nuclear en Japón y la represión de la oposición en Irán entre otros. Sin embargo estos temas de importancia y actualidad pasaron a un segundo plano, por dos cuestiones, la expectación que provocaba que una mujer, joven, guapa, y valiente, entrevistara por primera vez al mandatario persa de un país, donde las mujeres, no ocupan precisamente un primer plano. La otra cuestión que revoluciono las redes sociales y los medios de comunicación fue la anécdota del velo; a mitad de la entrevista, (cuando a Ana pastor se le veía algo nerviosa por la tensión que se estaba provocando en la intensa entrevista), se le cayó el Velo que cubría su cabeza, y a pesar de los gestos que hizo el Presidente Iraní, ésta, no se lo volvió a poner, un gesto que en mi opinión, (consciente o inconscientemente) le devolvió el control de la entrevista.
Ella misma en declaraciones a EFE desde Teherán, afirma que “el incidente de que se le callera el Velo durante la entrevista y ella misma no deben acaparar la atención, dada "la importancia del entrevistado, el momento histórico en el que se produce la entrevista, y el hecho de que es la segunda vez que el Presidente de Irán atiende a la televisión pública española". En mi opinión Ana Pastor tiene totalmente la razón, el periodista no tiene que ser la noticia, pero su actitud valiente, la importancia y acierto de las preguntas formuladas y la profesionalidad con la que gestionó la tensión provocada, le dan en mi opción todo el derecho de ser noticia. Enhorabuena a Ana Pastor.
Os invito a que veáis la entrevista, no solo por la anécdota, sino porque las cuestiones planteadas son dignas de analizar.
P.D. ¿Tú en qué núm. vas?