Muchas veces, los que nos atrevemos a escribir en un medio de opinión, estamos expuestos a crearnos muchas enemistades innecesarias, pues aunque se pueda pensar que es fácil, no lo es.
Algunos están acostumbrado a hablar en los corrillos de los bares, es ahí donde pueden decir lo que les venga en gana ya que no se deja nada por escrito, siendo ese lugar por tanto donde suelen soltar todo lo que se les ocurre, sea verdad o no, pues al no dejar constancia de sus afirmaciones, en cierto modo nadie le puede achacar que lo dicho sea cierto o lo contrario.
También es cierto que en la mayoría de los casos, por circunstancia varias, estas personas prefieren ese anonimato, pues aunque no se este de acuerdo con muchas cosas de las que se están haciendo, son presos de su propio destino, sobre todo porque se acuerdan de la hipoteca, de los recibos del agua, de la electricidad o del colegio de los niños y por desgracia para ellos no les queda mas remedio que mirar a su alrededor, por si hubiese alguien por allí cerca al que se le deba algo, bien sea el puesto de trabajo, la concesión de un vivienda o simplemente alguna prebenda económica, no vaya a ser que por un imprudente comentario se le fastidie su sistema de vida. Yo hasta ahí lo comprendo, pero no cuando llegan las votaciones pues en ellas el anonimato se supone asegurado y con su voto siempre pueden contribuir a cambiar a muchas de las cosas que se entienden como mal hechas.
Y saco esto a colación, porque precisamente el otro día, un buen amigo, me consta que me aprecia, vinculado a las siglas del partido que gobierna en la ciudad, me indica que cuando lee algunos de mis artículos de opinión, siempre acaba con la sensación de que, visto lo expuesto, nunca hacen nada bien. Es precisamente esa percepción la que justifica el enunciado con el que encabezo este artículo, pues claro, si un partido obtiene mayoría absoluta en los comicios cada vez que se presenta, desde este se da por sentado que, según el criterio de los ciudadanos, algo se esta haciendo bien, o por lo menos medio bien.
Puede, pero también queda claro que a pesar del resultado incontestable de las urnas, hay muchas cosas que no se están haciendo como debiera y más si tenemos en cuenta que con una mayoría absoluta tan aplastante, siempre se tiene la posibilidad de acometer proyectos que en minoría serian imposibles debido a los pactos que, para la gobernabilidad, normalmente se hacen y a la disparidad de intereses programáticos de aquellos que lo suscriben.
Desde los orígenes de AVISCE, y posteriormente con la puesta en marcha de Los Verdes, nos hemos caracterizado por realizar, y siempre que ha sido necesario, la critica correspondiente sobre aquello que considerábamos que no se estaba haciendo bien, pero esta siempre ha querido ser constructiva, nunca destructiva, a las pruebas y hemerotecas me remito, a cada problema hemos intentado dar una solución y siempre dejando constancia de nuestra postura, acertada o menos acertada según se mire, pero siempre con nombres y apellidos y guiados en nuestro empeño de conseguir el mayor beneficio para la comunidad, buenos ejemplos de lo que digo están en la apuesta que en su momento hicimos, por abrir y adecentar nuevos senderos para la practica senderista, por paliar las innumerables deficiencias medioambientales que padecía y aun padece nuestra ciudad, documentadas todas ellas con su correspondiente propuesta de solución, la denuncia permanente en la búsqueda de mejoras para zonas urbanas olvidadas y depauperadas, que eran bastantes, incluso la apuesta, que antes que muchos, ya hicimos por solucionar los problemas de aparcamiento en las barriadas y como estas muchas mas quedan en nuestro haber. Hoy por hoy algunos de estos proyectos ya están en marcha, y por ello nos congratulamos, es síntoma de que sirvió de algo la tarea, pues para nosotros es indiferente si los problemas los resuelve la acción de gobierno llevada a cabo por un partido político u otro, para nosotros lo importante es que se haga porque eso es bueno para la ciudad.
Dicho esto, también hay que recordar que no todos de los proyectos realizados en Ceuta parten del gobierno local, un importante numero de ellos también lo hacen desde el central, a pesar de que la mayoría de la ciudadanía se lo atribuyan directamente a la gestión de nuestro alcalde-presidente, claro esta, que de eso no tiene culpa él, pues no cabe la duda de que le cae bien a la gente, pero eso no ha de quitar que cuando entendemos que las cosas se estén haciendo mal se le critique con contundencia, critica esta, que incluso le beneficia, pues entre el marasmo de aduladores en el que por su posición irremisiblemente se ve condenado a vivir, a veces se hace difícil tener una perspectiva real de los problemas que aquejan a los ciudadanos, aunque no debe preocuparse pues ahí estaremos nosotros para recordárselo, y en política esto es así.