Hasta que no han terminado las vacaciones nadie se ha interesado, de manera directa, por la situación de los Bomberos. Y es que desde la semana pasada los profesionales del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) han estado expuestos a los niñatos que, aburridos quizás por las vacaciones, se han dedicado a realizar las llamadas telefónicas al 112 o al propio de Bomberos y esperarles. Pero claro, resulta que ahora nos encontramos que la Policía Nacional no tiene suficientes patrullas para atender el cumplimiento del protocolo que se firmó hace seis años y que la Local, tampoco, porque sus vehículos no están preparados.
Repito que poca gente se ha preocupado por intentar apoyar a los bomberos de manera directa, porque hasta las centrales sindicales no han emitido comunicados de apoyo hasta que no ha pasado el día de Reyes. Debe ser que no quedaba nadie de guardia para redactar, al menos, una simple nota, de adhesión y de recordarle a la Consejería de Gobernación que debe tomar medidas para solucionar este conflicto.
Hoy vamos a tener una reunión entre el consejero del área, el nuevo superintendente de la Policía Local, el jefe superior de Policía y el comisario encargado de Operaciones. Un encuentro de donde tendrá que salir algún método que, al menos, impida que los bomberos continuen exponiendo su integridad física cada vez que acuden a apagar un fuego a la zona del Príncipe Alfonso.
Lo cierto es que me alegro de haber releído aquellas declaraciones de Manolo Coronado cuando era viceconsejero de Gobernación en el Ejecutivo de Vivas y que actualmente ocupa la Jefatura de Gabinete de la Delegación del Gobierno, cuando reflexionaba sobre todo el operativo que se debía montar para un incendio y señalaba que hasta donde estaba llegando esta ciudad cuando hasta para la quema de un vehículo terminaban desplazándose quince personas.
Es cierto y tiene mucha razón en su reflexión el bueno de Manolo Coronado, porque Ceuta es especial, tan especial que nadie entiende como unos menores se pegan una semana apedreando a los bomberos y resulta imposible ni detenerles ni identificarles.
Confiemos que de la reunión del cónclave que habrá en la jornada de hoy haya una solución de acompañamiento que se mantenga y que no se olvide.