La magia del agua no es solamente el reflejo, el frescor, el sonido o el espectacular fenómeno físico de la tensión superficial sino que también podemos añadir mucho más, si bien lo que deseamos destacar en estas líneas es la inmensa capacidad para pasar desapercibida en el momento en el que se transforma de agua a H2O. Así al menos lo entiende Ivan Ilich conocido pensador y analista prestigioso, quien muestra una necesaria perspectiva ambiental desde el punto de vista de las humanidades.
Las infraestructuras soterradas llevan tanto el líquido elemento trasformado hasta nuestros hogares, ofreciendo el inestimable ascenso a nuestra calidad de vida, como nuestros desechos orgánicos y no tan orgánicos, que nos absuelven del pecado de tener que admitir públicamente la fabricación de esas cosas marrones en nuestras entrañas. Sirva esta breve introducción para verificar las dos actuaciones fundamentales de la empresa ACEMSA en beneficio de todos. Sobre esta empresa hemos sabido que están modernizando la red de saneamiento por zonas, a la vez que mejoran sustancialmente los sistemas de detección y pérdidas de agua potable. Las reuniones que estamos manteniendo con los responsables técnicos del área de saneamiento de ACEMSA nos han permitido comprobar de primera mano el estado de la cuestión. En este sentido, tenemos que decir que la incorporación de profesionales con solvencia demostrada ha sido crucial para comenzar a revertir la situación crónica de abandono y desprestigio social que tenía el saneamiento y el trabajo en relación a la mencionada infraestructura. Como acontece en otras muchas ciudades españolas, y podríamos decir del mundo en general, es la propia administración de aguas la que tiende a marginar sistemáticamente la cuestión del saneamiento. Según Maggie Black coautora del libro “the last taboo: opening the door on the global sanitation crisis”, de diez millones de dólares que se destinan a programas de mejora de infraestructuras de agua solo uno se dirige al saneamiento. De forma sistemática se promueve las mejoras en relación al agua corriente y se ignora todo aquello que tiene que ver con las aguas sucias, que no son otra cosa que una de las derivadas de nuestro producto interior bruto, es decir nuestras heces. Todo lo que tiene que ver con nuestros excrementos ha estado muy denostado desde la época victoriana, y el tradicional abandono de las redes de saneamiento tiene que ver en parte con esa idea demencial que separa al hombre del resto de la biosfera. Este problema lo sufrió Charles Darwing cuando se le ocurrió situar al ser humano dentro de la escala evolutiva animal.
La creciente explosión demográfica ha convertido a nuestros excrementos sin tratar y desparramados por aquí y allá en la principal causa de muerte en el mundo humano. De hecho, una excreción humana lleva asociadas enormes cantidades y variedades de virus y bacterias. Principalmente, son las enfermedades diarreicas como el cólera la primera causa de muerte entre la población de países en vías de desarrollo, y son los niños los más afectados. Sobre las afecciones ambientales hemos hablado en múltiples ocasiones desde esta y otras tribunas de opinión.
Por consiguiente, la renovación de infraestructuras en beneficio del saneamiento de nuestra ciudad es algo muy relevante que va a resolver un problema crónico de contaminación e insalubridad litoral además de restaurar, modernizar y dignificar un servicio al ciudadano que, por estar soterrado y marginado, no ha sido considerado de interés político. No obstante, queda todavía mucho trabajo por acometer y esfuerzos de inversión pública para que se pueda alcanzar un nivel aceptable en la modernización de las infraestructuras, de lo contrario habríamos dilapidado dinero público sin “rematar la jugada” con lo que la decepción sería insostenible. Una vez que se finalicen las actuaciones mínimas necesarias para el cambio estructural en la red de saneamiento debemos adquirir el firme compromiso de mantener lo modernizado y actualizar las mejoras contextualizándolas a nuestro territorio.
ACEMSA y el gobierno de la ciudad han mostrado una capacidad de evolución incuestionable pasando de ignorar sus pérdidas sistémicas en la red mientras promovía el ahorro entre la población a tomar conciencia del problema, captar profesionales capaces y, lo que es más importante, conseguir la financiación necesaria, la mayoría fondos estatales y europeos. Las mejoras de la red de abastecimiento también se están produciendo y el programa de sectorización y control de presiones empieza a producir sus beneficios en relación a los ahorros de agua potable: “lo que se conoce se controla” utilizando las palabras de los técnicos de ACEMSA y de la consejera de medioambiente para sintetizar estos avances. Desde nuestro modesto punto de vista deseamos indicar que no es tan difícil realizar ciertos proyectos sino hacerlos bien y sobre todo mantener el nivel alcanzado. Habría que acelerar las reformas hasta los niveles que nos aseguraran una eficiencia y ahorro aceptables, puesto que el estado dejará de invertir en el 2012. A partir de este punto, las cargas económicas derivadas del mantenimiento de las infraestructuras será nuestra y, por ello, la ciudadanía tendrá que responsabilizarse del ahorro de agua y de no sobrecargar la red de saneamiento con todo tipo de residuos si no quiere pagar una factura elevada por ello.
El medioambiente es algo muy transversal, que afecta a todas las partes y a su vez todas las partes deben influir de manera en que el producto sea mucho más elevado que la simple suma de las partes. En este sentido queremos entender las obras que se están realizando en la zona centro de la ciudad y, por esto, se está aprovechando para soterrar conducciones que separarán las aguas fecales de las pluviales y al mismo tiempo se remodelan las aceras para hacerlas más amables con el ciudadano y evitar las acumulaciones de vehículos aparcados en la vía pública. Por lo tanto, afectarán también a la movilidad, beneficiándola indirectamente. Son, por lo tanto, obras muy relevantes, siempre que se ejecuten convenientemente y como hemos indicado vayan acompañadas del necesario mantenimiento, para la calidad de vida del ciudadano y debería estar bien contento de ellas el señor Alcalde-Presidente, pues es su gobierno el que las desarrolla. Por ello, las molestias de las obras se deben admitir con resignación pero también con ilusión hasta que terminen. Podemos entender que sea más atractivo electoralmente anunciar el sellado del antiguo vertedero y su conversión en una zona de disfrute ciudadano que las obras de soterramiento de conducciones, pero eso no le resta ni un ápice a la importancia de acometerlas y sería una irresponsabilidad política frenarlas por el simple hecho de que hay muchos incomodados que critican las obras. De seguro que algunos de los ciudadanos incomodados lo soportarían con mayor serenidad si se hubiera explicado por calles o zonas en una pequeña campaña con folletos y carteles lo que se pensaba hacer y los beneficios que obtendrían. Aquí si que vamos a suspender a la empresa ACEMSA pues son ellos los que tenían que haberla programado, todavía están a tiempo.
Esto es lo que tiene la crítica vigilante que es, sobre todo un ejercicio de responsabilidad con tu ciudad y territorio, y por ello las críticas deben hacerse de forma constructiva, de la misma manera que el elogio cuando es merecido. Nos parece que criticar para dañar es estéril y de la misma manera el exceso en elogios también daña, sobre todo a los que se complacen demasiado con ellos. El señor Alcalde Presidente contará siempre con nuestro apoyo y corresponsabilidad en los proyectos de mejora de las infraestructuras que nos acerquen a la sostenibilidad. Por todo lo dicho, lo animamos tanto a él como a la Consejera del área Yolanda Bel, a seguir por esta senda, a veces difícil y costosa, de las mejoras ambientales en beneficio de todos.