Recuerdo que hace unos años los medios locales de comunicación recogieron en sus portadas que el Presidente de la Ciudad había realizado el primer viaje a Madrid en coche después de unos cuantos años de ejercicio del cargo. Desde entonces el servicio de prensa de la Ciudad no ha hecho semejante despliegue, no sé si porque se ha convertido en una rutina, o porque después de un simbólico desplazamiento en coche, para callar bocas, se ha vuelto a la práctica habitual.
Y es que estamos demasiado acostumbrados a los anuncios publicitados hasta la saciedad y cuando pasa el tiempo, y se está con otros anuncios propagandísticos nuevos, se produce el olvido de lo que hace solamente unas semanas era fundamental e incluso espectacular.
Hace varias semanas hablaba del turismo y creo que hoy es necesario volver a tocar parcialmente el tema. El turismo, esa fracasada apuesta, se vende a los ceutíes como la panacea de todos los males económicos de la ciudad, pero lo curioso de todo ello es que parece que el esfuerzo publicitario se reduce a los ceutíes, es decir, a los que ya estamos en Ceuta y estamos convencidos de todas sus bondades.
Cuando llega FITUR se hace un gran montaje informativo para cubrir el paso de las autoridades locales por FITUR, un paso del que solamente tenemos noticia aquí, que es donde menos importa. Hay reportajes y programas en directo, así como conexiones, para transmitirnos a los ceutíes lo bueno que es hacer turismo en Ceuta.
Una demostración más que el impulso turístico se hace no para vender un producto donde están los compradores, sino para convencernos a los ciudadanos de Ceuta de que las autoridades están haciendo algo. El convencimiento debería venir por ver turistas, no por ver a Juan Vivas en Madrid pontificando como pontifica aquí.
Pero lo más simpático de todo es que cuando los responsables del turismo local ven cuestionada, limitadamente, su gestión, se dedican nuevamente a hacer publicidad turística de Ceuta en Ceuta. Es posible que no sepan hacer otra cosa.
Resulta claro que el gobierno de la Ciudad no tiene ninguna idea para aumentar el tejido económico de Ceuta y hacernos menos dependientes de los Presupuestos Generales del Estado. Una sociedad no puede depender de la cuantía de cada una de las partidas presupuestarias y no generar un porcentaje decente de recursos propios.
Lo único que han hecho en ese sentido ha fracasado, como ya habíamos indicado. El gobierno de la Ciudad sigue empeñado en que Ceuta siga viviendo en un sistema económico más cercano al soviético que al de la Europa del siglo XXI. No sólo las apuestas estratégicas, sino también las inversiones, han sido más obstáculo para el establecimiento de empresas que una forma de facilitar que haya inversiones privadas en nuestra ciudad.
Un sector privado fuerte no sólo garantiza cierta suficiencia e independencia, sino que hace más libre a la sociedad del tejido clientelar del gobierno de turno.