La bandera roja permaneció izada la mayor parte de ayer en la playa de Benítez debido a un vertido de aguas residuales detectado por la mañana. La red de saneamiento volvió a funcionar con normalidad a partir de las 14:00 horas, pero la prohibición de entrar en el mar continuó a lo largo de todo el día hasta que los análisis del agua determinen que la situación ha vuelto a la normalidad y que su nivel de calidad la hace apta para el baño.
Los socorristas de la empresa Marsave fueron los primeros en percatarse de la incidencia. Sobre las doce del mediodía apreciaron en la zona un vertido de aguas que aparentemente eran sucias y pusieron los hechos en conocimiento tanto de la Consejería de Medio Ambiente como del Servicio de Emergencias 112. Éstos últimos, a su vez, informaron a Acemsa, la empresa municipal que gestiona el suministro de agua potable en nuestra ciudad y que también es responsable del mantenimiento de la red de saneamiento.
Entre tanto, al no saber de dónde procedía el supuesto vertido ni cómo podía afectar a los bañistas, los socorristas izaron la bandera roja para informar a los usuarios de la playa de que estaba prohibido entrar al mar. También quedó señalizado el perímetro que resultó más afectado por el vertido.
Aliviaderos
Minutos más tarde, sobre las 12:30 horas, llegaron a la zona los técnicos a Acemsa, que comprobaron que efectivamente se había producido un vertido de agua procedente de la red de saneamiento. Al inspeccionar los dispositivos que están instalados en esa zona comprobaron que dos de las cuatro bombas de impulsión existentes estaban atascadas. La obstrucción se debía a elementos como compresas, pañales y objetos similares que no deben arrojarse a la red de saneamiento porque acaban provocando atascos. Cuando éstos se producen, el sistema está diseñado para que el agua salga por aliviaderos con el fin de que las obstrucciones no produzcan averías de mayor envergadura.
Tras comprobar los motivos del vertido y después de limpiar y de retirar todos los elementos que habían atascado las bombas, el sistema volvió a entrar en funcionamiento sobre las 14:00 horas con total normalidad. Sin embargo, la bandera roja continuó ondeando durante el resto de la tarde.
Los controles periódicos que realizan los técnicos de la Consejería de Sanidad serán los que determinen cuándo volverá a ser posible el baño. En este sentido, el viento de levante que viene soplando durante los últimos días no es el que más favorece la limpieza del agua de las playas. La regeneración es más rápida cuando el viento es de poniente. Además, habrá que determinar si ha resultado afectada la arena de la playa.
Canalización a la depuradora
Las dos bombas que se atascaron ayer forman parte del sistema de canalización de las aguas residuales hacia la depuradora ubicada en el Hacho, en las proximidades del cementerio de Santa Catalina. La planta entró en funcionamiento hace unos años y es una de las últimas instalaciones que se han incorporado a la red de saneamiento de Ceuta. La labor que realiza es fundamental para que nuestra ciudad cumpla con las directivas dictadas por la Unión Europea sobre el tratamiento de aguas residuales.
El vertido que se produjo ayer en las playa de Benítez no tuvo su origen en una avería en esta red sino que fue la consecuencia de una obstrucción en la conducción. La instalación de sistemas de aliviaderos es habitual ya que evitan los desperfectos mayores que se producirían si continúa el normal funcionamiento de todos los dispositivos sin que se retiren los elementos que ocasionan los atascos.
Uso responsable de la red de saneamiento
El vertido de aguas residuales que se produjo ayer en la playa de Benítez tuvo su origen en un mal uso continuado de la red de saneamiento por parte de diversos usuarios. En este sentido, desde la Administración local se recuerda que no es posible arrojar por el cuarto de baño todo tipo de residuos. Algunos, como compresas, pañales y trapos, acaban provocando atascos y averías tarde o temprano. Los sistemas instalados en la red de conducción de aguas residuales pueden evitar averías, pero no consiguen impedir que se produzcan obstrucciones. Sólo es posible evitar incidencias como las de ayer si los usuarios actúan con responsabilidad.