La Guardia Civil halló 28,5 kilos de hachís en dobles fondos y huecos del coche.
Desde que el 16 de julio del año pasado fuera detenido por la Guardia Civil en el puerto de Ceuta, un hombre marroquí está esperando a que el Juzgado llame a su hermano, quien reconocería que los 28,5 kilos de hachís que estaban ocultos en su vehículo son suyos. Esa confesión, al parecer no se ha producido en ningún momento, y su hermano está ilocalizable. El caso quedó visto para sentencia y el acusado, M.A.E., se enfrenta a una pena de tres años y medio de cárcel y al pago de una multa de 135.366 euros por un delito contra la salud pública.
El acusado se acogió a su derecho a no declarar, esto es, a no responder las preguntas del fiscal y su abogado defensor, pero insistió al juez que la droga es de su hermano y se preguntó por qué desde el Juzgado no se han puesto en contacto con su hermano, que confesaría los hechos, y con su madre, que fue quién le dijo que la droga era del hermano en cuestión.
El caso es que hace un año, el acusado, que lleva desde el año 2001 viviendo en España con un trabajo de venta ambulante, se disponía a embarcar con destino final a Marbella, cuando la Guardia Civil halló en los huecos naturales del vehículo y dobles fondos paquetes de hachís que arrojaron un peso inicial de más de 40 kilos.
Los agentes actuantes precisaron que en el momento de hallar el estupefaciente, el acusado estaba “tranquilo”.