Juicio del Caso 'La Manada': "Podría ser 'un buen hijo' para sus padres, pero no guardia civil'"
Hace unos años cuando prestaba servicio a la altura de la Casa Seat, observamos un grupo de personas que se alejaba de un joven. Nada nos hacía pensar que algo había pasado, porque el joven, a pesar de ver con toda claridad el coche oficial de la Guardia Civil, no nos hizo ningún gesto aunque estaba el grupo de personas bastante alejado de él. Sin embargo, este grupo de individuos pensó que nos había alertado y salieron corriendo en distintas direcciones.
Logramos identificarlos y detenerlos. Los detenidos le habían robado el poco dinero que llevaba cuando se dirigía a su puesto de trabajo en un comercio cercano. Al preguntarle el motivo de no avisarnos del robo con violencia, nos contestó: “No lo sé, me he quedado bloqueado”.
La injusta acusación de unos pocos a la víctima de la manada en San Fermín
Esa fue la contestación de una persona de unos veinte años, que a las cuatro de la tarde iba a trabajar. Este hecho concreto me hace pensar en la sinrazón de las personas que intentan desacreditar a una joven que no gritó pidiendo auxilio ante una agresión sexual.
Esta semana se ha juzgado en la Audiencia Provincial de Navarra a los cinco acusados de violar a una joven en los San Fermines de 2016. Los medios de comunicación nos han ido informando del desarrollo de las distintas noticias en cada una de las jornadas del acto del juicio oral.
Hemos leído y oído de todo, desde un intento de criminalizar a la víctima, hasta ensalzar los buenos hijos y los muchos amigos que tienen los detenidos, pasando por un intento de hacernos ver que se han criminalizado a los presuntos violadores -que no ladrones en caso de uno de ellos- por la profesión de los detenidos, la ideología y el aspecto físico.
Uno de los letrados textualmente ha dicho: “Se buscaba un escarmiento y nada mejor que un guardia civil, un militar y un gordito ultra”. Hablar de escarmiento no es la palabra correcta, porque lo que se pretende es que se haga JUSTICIA para que los presuntos culpables de delitos tan repugnantes sean condenados con las penas previstas. Hablar de escarmiento por ser uno de los delincuentes ‘Guardia en Práctica’ es un insulto para los guardias civiles, porque ese mismo guardia civil en práctica, asumió la responsabilidad de haber hurtado el móvil a la chica y pidió disculpas públicas por ello.
Muy mal han tenido que ver los letrados el desarrollo de lo acontecido en el Juicio Oral para hablar de escarmiento y terminar los alegatos manifestando que los acusados son “buenos hijos, buenos amigos” que han recibido visitas de muy lejos para verlos sólo 45 minutos; incluso calificar a sus defendidos como imbéciles, patanes y primarios. Muy mal lo han tenido que ver, porque lo único que ha quedado acreditado fehacientemente es que efectivamente son “imbéciles, patanes y primarios”, además uno de ellos, autor de un robo a una joven.
Las defensas se han quejado de las concentraciones que ciudadanos indignados han realizado a las puertas de la Audiencia Provincial de Navarra para apoyar a la víctima y rechazar cualquier tipo de abusos hacia las mujeres. Se han quejado cuando ellos han provocado la situación con su actitud “lícita como defensores” cuando han investigado a la víctima, han hurgado en su vida personal y han tratado de minimizar el dolor de la joven por no estar inmersa en una gran depresión después de sufrir una sucia y repugnante agresión.
La Audiencia Provincial de Navarra tiene que decidir si los miembros de ‘LA MANADA’ son o no inocentes de la violación a una mujer de dieciocho años de edad, pero al parecer, el concepto de “buenos hijos”, es muy personal, porque ningún padre o madre puede estar orgulloso de un hijo que roba un móvil a una mujer, que se comporta de una forma tan impropia e inmoral cómo los miembros de la Manada y, mucho menos, si son condenados por un delito de violación.
Podrá ser “un buen hijo” para sus padres, pero nunca guardia civil.