Sobre las cinco y media de la madrugada se daba la primera voz de alarma. Uno de los tanques del buque de bandera turca 'Alfa Sky' había rebosado cuando estaba tomando combustible de la tercera alineación del dique de poniente.
El personal de la compañía petrolífera que realizaba las labores de carga, y el práctico de guardia, fueron los que comunicaban el incidente a la torre de control del puerto, desde donde se dio aviso a la administración marítima y portuaria.
Tras el aviso, se personaron en el muelle los responsables de medio ambiente de la Autoridad Portuaria y Capitanía marítima, quienes coordinaron las primeras actuaciones junto con el personal del buque implicado, según los datos aportados desde el puerto.
Según estas mismas fuentes, la mayor parte del vertido se produjo en la propia cubierta del 'Alfa Sky'. Además, se colocó rápidamente una barrera anticontaminación entre barco y dique que impidió que el vertido se extendiera, quedando localizado en la cuarta alienación del muelle.
La Capitanía Marítima inspección el buque también por la mañana decretando la detención del mismo. También examinaron el barco los peritos de la compañía 'Gibraltar Strait Surveyors' quienes garantizarán los costes de la recogida y limpieza del producto.