La Guardia Civil ha detenido a tres personas y tomado declaración a una cuarta por su presunta relación con la trama existente para facilitar la llegada de inmigrantes en pateras de pesca.
Tras las operaciones practicadas hasta la fecha para aminorar lo que se había convertido en un auténtico negocio, la Benemérita ha detectado que se estaban usando embarcaciones con doble matrícula, una española y otra marroquí, para facilitar la entrada de subsaharianos, aprovechando además la presencia de pateras de este tipo dedicadas a la pesca a modo de idóneo camuflaje.
Así ha ocurrido en las últimas horas, con la localización de una patera en la playa de San Amaro, preparada ya para su navegación. Agentes de la Policía Judicial comprobaron que la embarcación estaba pintada de color distinto a su original, con motor fueraborda y disponía de dos matrículas, "una falsificada con supuesta base en Ceuta y otra matrícula correspondiente a una embarcación marroquí", explica el Instituto Armado en un comunicado. De esta forma se buscaba burlar los controles en el mar, ya que en aguas españolas navegaban con la matrícula falsa y, al adentrarse en Marruecos, lo hacían con la otra.
Se da la circunstancia de que las últimas pateras aprehendidas presentaban matrícula del país vecino, lo que alertó a los componentes de la UOPJ de que podía estar utilizándose un modus operandi distinto, sobre todo después de los últimos golpes asestados a las que han sido considerado como organizaciones más activas en este tráfico de personas. ¿Qué se conseguía de esta manera? Dificultar el rastro, a sabiendas de que en cada una de las intervenciones migratorias que se llevan a cabo siempre se investiga el origen y procedencia de la patera usada.
"A pesar de todo el entramado establecido, se consiguió la averiguación de los datos concretos y exactos de la embarcación que en ningún momento había sido denunciada como robada", explica la Benemérita. Así se ha procedido al arresto de un ceutí, llamado A.A.G. de 64 años, acusado de un presunto delito de falsificación de documento público y se ha tomado manifestación en calidad de investigado al propietario documental F.M.G, igualmente natural y vecino de Ceuta.
De otra parte, y pasadas las 5.35 horas de la pasada madrugada, se detuvo a dos marroquíes que navegaban en una embarcación que acababa de ser sustraída del muelle pesquero. Se trata de los llamados I.A., de 23 años y M.A., de 22, ambos indocumentados y naturales de Marruecos. Se sospecha que su intención era cruzar a Marruecos para usar esa embarcación en algún acto delictivo.
El resurgir de un negocio redondo
Las pateras tuvieron su perversa época floreciente a finales de los años 90, cuando comenzaron a usarse para traficar con personas o hachís. El auge de las semirrígidas terminó por arrinconarlas hasta su desaparición absoluta. Así ha sido hasta que en el último año han vuelto a tener ese resurgir delictivo que tan solo había quedado dormido, hasta el punto de desbancar a las lanchas rápidas en los pases de inmigrantes. En este negocio están implicados tanto ceutíes como marroquíes e incluso subsaharianos que coparticipan de patrones. Las víctimas: los propios inmigrantes.