La consolidación del talud trasero es el paso previo a la rehabilitación y ampliación del ambulatorio, proyecto que pasó años parado.
Geotecnia y Medio Ambiente (AGM) ha comenzado los trabajos de realce y contención de los muros del centro de salud del Tarajal, los cuales fueron encargados a esta empresa a través de Africana de Contratas y Construcciones (ACC). El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) adjudicó en octubre este contrato para la consolidación del talud del lindero norte del ambulatorio de la Zona III, cuyas instalaciones está previsto que se amplíen y rehabiliten próximamente.
En 2013, el Ministerio de Sanidad manifestó que la ubicación geofísica del centro hacía que, desde el talud posterior, se produjeran unas graves escorrentías por el efecto de las aguas pluviales que afectaron a su estructura. La entonces ‘número dos’ de la cartera, que dirigía en aquel momento Ana Mato, realizó esta valoración durante una visita a la ciudad autónoma después de meses de abandono de la obra inicial, en la que la UTE adjudicataria movió tierras y levantó una estructura poco antes de que la obra quedase finalmente paralizada durante años.
La mejora del centro del Tarajal se ha retomado en la actualidad y, como primer paso, AGM se ha ocupado de las labores de realce y contención de los muros. A principios de octubre de 2015, el Consejo de Ministros aprobaba el acuerdo por el que se modifican los límites para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, a fin de posibilitar a Ingesa la realización de estas obras en los ejercicios 2016, 2017 y 2018.
El proyecto persigue la adecuación de este edificio a la evolución de las necesidades asistenciales que se han producido desde su construcción y modernizar sus espacios e instalaciones para mejorar la atención al usuario.
El Gobierno estima la ejecución de esta obra “urgente e ineludible”, pues desde su puesta en marcha, estuvo sometido a un uso “intensivo”. Al margen de la reforma del edificio existente, la ampliación del dispensario viene motivada por el “aumento constante” de la población protegida.
En la primera fase se ampliará la construcción añadiendo un nuevo edificio en la parte posterior del preexistente, mientras que en la segunda se reforma íntegramente el edificio actual: fachadas, tabiques, acabados e instalaciones. Ambos edificios estarán conectados entre sí por un bloque de comunicaciones, como detalló la Administración del Estado.