La política deportiva ceutí fue objeto de un pleno extraordinario de la Asamblea, pero hay algunos que han olvidado que el Instituto Ceutí de Deportes no es todo el deporte de esta ciudad.
El ICD es el órgano gestor, creado hace ya más de treinta años, en pleno furor de puesta en marcha de institutos y sociedades, y que siempre ha sido objeto de la polémica desde casi su nacimiento, cuando todavía estaba en pañales. Donde sí se debe incidir, de verdad, cuando se quiere hablar del apoyo público a la práctica deportiva, es en una realidad manifiesta: el sí claro y decidido de este Gobierno a quienes mantienen el deporte como son las Federaciones y los clubes. Son multitud los acuerdos existentes y cientos de niños los que practican su deporte favorito gracias a esas aportaciones que se hacen desde el Gobierno de la Ciudad, sin dejar de lado, los convenios con los clubes de categoría nacional, que permiten que el nombre de Ceuta se pasee en múltiples disciplinas por todo el territorio nacional. El Instituto Ceutí de Deportes necesita de una nueva filosofía y en esa línea se viene trabajando. Ya incluso se quiso poner en marcha su desaparición para gestionar el deporte de otra manera, pero esa disolución quedó en el camino y de ella nada más se supo. El deporte se ha convertido, hoy en día, en una esencia de la vida pública de todas las administraciones y bueno sería que sobre la base de lo ya conseguido, el ejecutivo ceutí sea capaz de apartar lo que se considere perjudicial y nocivo y aprovechar lo que sea positivo y beneficioso.