Las fuerzas marroquíes están llevando a cabo continuas redadas en los bosques para forzar el traslado al sur de los subsaharianos que aún quedan en el lado vecino y que no pudieron cruzar en la entrada masiva de la madrugada de Navidad.
Tal y como han denunciado las oenegés, se está procediendo al traslado de los que resultan interceptados a Tiznit, al sur de Marruecos. En algunos de los casos se trata de subsaharianos que todavía están heridos y que, al no requerir de intervenciones quirúrgicas, no han tenido que ser tratados en el hospital de Tetuán.
Las operaciones se llevaron a cabo desde el primer día de la entrada y continúan a lo largo de esta semana incluso en barrios habitados principalmente por subsaharianos.
Mientras, en Ceuta, la dirección del CETI ha reordenado las instalaciones para dar acogida a los 182 inmigrantes que llegaron a la ciudad en la madrugada de Navidad bordeando al espigón de Benzú o saltando el vallado. Se ha ajustado al límite el uso de los módulos existentes para que todos tengan un lugar en el que dormir hasta que se ajuste una nueva salida a la península para desmasificar el centro de acogida.
De igual manera se está prestando especial atención a la convivencia dentro del centro toda vez que se están produciendo enfrentamientos entre residentes subsaharianos y argelinos. Estos últimos protestan porque no se ven beneficiados por las salidas a la península, lo que termina traduciéndose en peleas que difícilmente pueden ser contenidas por la vigilancia de seguridad que hay en el CETI. A los participantes en este tipo de incidentes se les aplica la expulsión del centro durante un periodo a modo de castigo lo que les obliga a vivir fuera.