Transcurrido más de un año desde que los primeros restos de fuel aparecieran en el litoral de Ceuta, este grave problema ambiental “aún está lejos de solucionarse de manera definitiva”, según ha declarado el presidente de la asociación Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, a este medio.
Precisamente, ayer mismo se observaban manchas de fuel en el espacio acotado por las barreras anticontaminación ubicadas a ambos lados del muelle de Poniente. En este lugar fue detectada la rotura de una de las tuberías utilizadas para el suministro de fuel a los barcos que repostan en el puerto ceutí. Parte de dicho fuel se filtró entre las rocas que conforman el espaldón del muelle, sin que las autoridades hayan podido determinar con exactitud el tamaño ni la dispersión de la bolsa de fuel generada durante el tiempo en el que la tubería estuvo perdiendo combustible. “Esta circunstancia explica que con el cambio de marea o el oleaje el mar extraiga parte del fuel y lo disperse en las proximidades del muelle”, apunta Pérez Rivera. En opinión de los responsables de la asociación Septem Nostra, este tipo de contaminación permanente tiene consecuencias “más graves que las derivadas de un episodio de contaminación marina puntual”. Y es que los metales pesados que forman parte importante de la composición del fuel vertido al mar son “altamente contaminantes y constituyen, por tanto, un grave riesgo para la calidad de las aguas y para las especies marinas, algunas de ellas protegidas y declaradas en peligro de extinción por la Unión Europea, como la patella ferruginea”. Mientras esto sucede, la Ciudad sigue sin incoar el expediente sancionador que ha reclamado Septem Nostra y la mayoría de los partidos políticos de la oposición.