Puntual como un reloj y al son del Himno de Ceuta comenzó el concierto de la tonadillera caballa.
La interpretación de los músicos dio pie a la coreografía de los dos bailarines que acompañarían a Nazareth Compaz en la segunda noche de celebración de las Fiestas Patronales. Tras ellos saldría la vocalista que muchos esperaban sentados en las gradas y las sillas dispuestas en la zona central del Auditorio, marcando el que sería el tono de la noche con Embrujá por tu querer. Durante la noche, también sonarían piezas como Me ha dicho la Luna o La gente, terminando con Como yo te amo, Señora y Déjala correr. Tras un potente comienzo coplero, tocaba cambio de vestuario, momento que se repetiría en otra ocasión. Antes habría tiempo para diversas interpretaciones orquestales, también del agrado del público, acompañadas de las danzas realizadas por la pareja de bailarines que fueron saliendo al escenario según la ocasión. Éste fue uno de los grandes fuertes del concierto ofrecido en la noche del sábado, la puesta en escena. Los artistas, desde la propia Nazareth Compaz a los músicos, pasando por los bailarines y el equipo técnico que hicieron posible el concierto, dieron un recital de profesionalidad y lo dieron todo sobre el escenario. Pese a no llenar el Auditorio, la cantante fue agasajada por los presentes con los aplausos y el calor de un público que la tiene en muy alta estima. Hubo quien no paró de hacer fotos y vídeos hasta el punto en el que bromeó con la situación, aludiendo a que, con tantas fotos, le iban a “sacar hasta las arrugas”.