La directora general del área recomienda seguir los consejos del Ministerio para reducir los efectos de las temperaturas.
Un golpe de calor –cefalea, broncoaspiración, vómito, delirio– no es un trastorno menor. Se trata de una emergencia médica que puede llegar a producir un fallo multiorgánico. En lo que va de verano, tres personas fueron atendidas al presentar sus síntomas por los servicios sanitarios de Ingesa en Ceuta, según informó ayer la directora general de la Consejería de Sanidad y Consumo, Rebeca Benarroch.
El grupo más afectado por esta dolencia es aquel que comprende de los 15 a los 64 años con dos varones, mientras que el caso restante –una chica– pertenece a la horquilla inferior. Estas dolencias se registraron a finales de junio, en concreto en las semanas de los días 28 y 30, y el último tuvo lugar el 17 de julio. Benarroch llamó a la calma ya que la previsión es que las temperaturas desciendan a partir de mañana aunque solicitó a la población que no baje la guardia ante este factor de riesgo.
La memoria de 2014, elaborada por Sanidad de la Ciudad Autónoma, contabiliza cuatro asistencias por golpe de calor que se concentran en su mayoría en julio, señaló su directora general. Tres afectados por las altas temperaturas fueron trasladados a un centro sanitario en julio los días 2, 9 y 30; mientras que el último enfermo fue detectado en agosto. De éstos, tres se encontraban en la franja de los 15 a los 64 años y el cuarto tenía entre cinco y 14.
La Consejería del ramo publicó el año pasado los Resultados del Plan de Vigilancia del Efecto del Exceso de Temperaturas para la Salud desde 2011 a 2013 en Ceuta, los cuales contienen las asistencias por patologías relacionadas con el exceso de temperaturas durante los ejercicios que contempla, de junio a septiembre, y de las diferencias más llamativas encontradas entre las temperaturas previstas y las reales.
En el periodo estudiado, Sanidad contabilizó 36 asistencias, 14 mujeres y 22 hombres, todas ellas en el Hospital Universitario. Los grupos de edad más afectados son las personas de 15 a 64 años con el 61,1 por ciento; de 0 a cuatro con el 11,11 por ciento; de cinco a 14 con el 22,22 y los mayores de 65 con el 5,5.
La directora general del área aconsejó seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad para reducir los efectos negativos que el calor puede tener sobre los ciudadanos, en especial, aquellos colectivos más vulnerables como ancianos, niños y enfermos crónicos así como en las personas que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre.
El primer consejo a la población es beber agua o líquidos con frecuencia. Para afrontar las altas temperaturas, se sugiere permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados y refrescarse cada vez que lo necesite. De igual modo, se anima a reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12:00 a 17:00 horas). En el capítulo de prendas de vestir, Sanidad propone el uso de ropa ligera, holgada y que deje transpirar. Ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas, las autoridades sanitarias recomiendan consultar con el médico. En cuanto a la dieta, recomienda comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor como son ensaladas, frutas, verduras, zumos...
El Protocolo contra la ola de calor, el cual está activado de junio a septiembre, está consensuado por Sanidad, Ingesa, Delegación del Gobierno, Hospital Militar, Protección Civil, CETI, Sanidad Militar, Cruz Roja y otros organismos e instituciones en la ciudad.