Las calles del centro de la ciudad acogieron, un año más, el tradicional homenaje a la reina de los mares, la Virgen del Carmen. El tributo comenzó en la Iglesia de África con una misa a la que acudieron diversas autoridades locales entre las que se encontraba Jesús Vivas.
Tras la ceremonia, los porteadores de la hermandad Hijos del Carmen procedieron a realizar la levantada de la imagen, ofreciéndosela al pueblo, con el que comenzaron su recorrido por las calles con destino a las aguas de la playa de La Ribera. De la Iglesia de África saldría el paso al son de La salve marinera, interpretada por la asociación Banda Cultural de Música Ciudad de Ceuta, embocando El Paseo de las Palmeras y propiciando imágenes de devotos santiguándose a su paso y la admiración de los presentes. La procesión continuó hasta las proximidades del mercado, donde la Virgen empezó a divisar las aguas donde los costaleros posarían la barca que sirve de base al paso. Ya en la playa, cientos de fieles se encontraban esperando a la figura portada por los cofrades para recibirla entre vítores. Se produjo entonces el momento más icónico y sentido de la procesión en el que los costaleros, con gran esfuerzo, se introducen en el mar para postrar la barca en el agua sumergiendo las cabezas en el mar.
La Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen son los apelativos más comunes que recibe Santa María del Monte Carmelo. El origen del nombre proviene del Monte Carmelo, ubicado en Israel, que derivó su nombre hacia Al-Karem o Karmel que se puede traducir como jardín. Se trata de la patrona de la Armada Española así como es considerada la patrona del mar en España, Puerto Rico y Costa Rica. Su introducción en España se remonta al siglo XIII en Perpiñán. Por aquel entonces, la ciudad formaba parte de la Corona de Aragón,Perpiñán tuvo entonces el privilegio de ver nacer el primer convento carmelita de la Península Ibérica entre los años 1265 y 1269.
FOTOS Mauro Mancebo
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