El núcleo ‘González Tablas’, lleno hasta la bandera, acogió el acto por el 304 aniversario del Regulares 54 l Emotivo homenaje al coronel Manso por su trayectoria
“Son 104 años de gloria, sacrificio y valor”, resumió, henchido de orgullo, el coronel jefe del Grupo Regulares número 54 durante la alocución que pronuncio en un acto especial. Porque la extensa familia Regular se dio cita en la tarde de ayer en el acuartelamiento González Tablas para conmemorar una efeméride, la concerniente al aniversario número 104 de las Fuerzas Regulares, creadas por tanto el 30 de junio de 1911, que supone un motivo de orgullo no sólo para el ámbito castrense sino para el conjunto de la ciudadanía, de antes, de hoy, de mañana. O sea, de siempre.
La tarde brillante iluminó un patio que estaba, literalmente, lleno hasta la bandera porque además de efectivos de la Unidad, se encontraban autoridades civiles como Vivas y Fernández Cucurull numerosos familiares, amigos, antiguos y emblemáticos efectivos e invitados que bien de pie, bien sentados en las graderías ubicadas para la ocasión, siguieron con atención y deleite la secuencia de los actos programada, en la que destacó el hermoso, extraordinariamente emotivo y muy merecido homenaje que recibió el coronel Luis Manso López–Marizatt, director de la Cátedra Militar de Cultura y buque insigne del ámbito castrense en este lado de España. “Entre nosotros”, dijo Varo, “se encuentra un soldado que ingresó en 1953 en Regulares como joven teniente. Estuvo al mando de tropas indígenas hasta el final del Protectorado. Y no fue hasta 1986 cuando dejó de vestir nuestro uniforme. Posteriormente pasó a la reserva pero continuó con su trabajo. Actualmente tiene 85 años y sigue en activo, sin remuneración adicional por ello”. “Querido Luis”, siguió el coronel jefe, “he querido materializar en tu persona, el valor de la tradición, en recuerdo de todos aquellos soldados, peninsulares e indígenas, que vistieron y visten el uniforme regular. El antes y el ahora. Lo antiguo y lo moderno. Uniforme regular teñido por el ocre del polvo que levantaron sus cuerpos inertes al caer así como por el rojo de su sangre. En tu persona quiero hacer un homenaje a todos aquellos héroes anónimos que, con valor, decidieron abandonar su parapeto. Muchos nombres olvidados que no tuvieron la oportunidad de pasar a la gloria de los héroes y que su valor fuera reconocido en forma de recompensa. Sencillamente, hicieron lo que se esperaba de ellos”. “Y para darle más valor a este momento, me acompañará en este homenaje el presidente de la Hermandad de Veteranos de Regulares de Ceuta, Jesús Palop Galán”. Ambos tomaron entonces rumbo al Patio de Armas en cuyo centro Manso recibió, visiblemente emocionado, los honores.
Igualmente vibrante fue el instante en que el teniente coronel Manuel Gestal Bermúdez se despidió de la bandera nacional, “después de 23 años de servicio en Regulares y 41 a España”, destacó Varo Gutiérrez, quien asimismo felicitó al nuevo Regular de honor, el capitán José Pérez Notario. Para finalizar este particular apartado de menciones personales, es preciso señalar que en el acto estuvieron presente, como suele ser habitual en cada aniversario del Grupo, el hermano mayor de la Hermandad de la Santa Vera Cruz de Setenil de las Bodegas, Sebastián Luque Gutiérrez. Asimismo, el coronel jefe dedicó “un especial saludo” para el secretario de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Encrucijada y María Santísima de las lágrimas, Joaquín Ribas Cerezo.
Minutos antes, en concreto al poco de que la reloj diera las 20:30 horas se desplegaron ante el público las unidades participantes, comandadas por el propio Varo: Mando y Plana Mayor del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54; Escuadra de gastadores de Grupo y Tabor; nuba del grupo de Regulares de Ceuta nº54; unidad de música de la Comandancia General de Ceuta; mando y ‘PLM’ del Tabor Tetuán I/54 y cinco compañías del Tabor Tetuán I/54. La banda sonora de la tarde corrió a cargo de la Música del Batallón del Cuartel General.
A continuación, se incorporaron a la formación los guiones del Grupo de Regulares Nº54 y del Tabor Tetúan, eso fue justo antes de que las unidades rindieran honores a la bandera del grupo, trasladada y ubicada hasta su puesto en formación. Antes de que sonaran los acordes del himno nacional, se hizo el silencio en el patio del acuartelamiento y adoptaron posturas rígidas, con la mirada al cielo, cada uno de los militares presentes.
“Quiero hablar del valor”, indicó también Varo Gutiérrez durante la alocución, “del Valor en sí mismo, del valor de la tradición, del valor de la familia. El que demostraron los Regulares en incontables ocasiones, la mayoría de ellos no lo hicieron de forma individual, sino como unidad de combate; haciendo a Regulares una unidad temida por el enemigo. Sólo tienen que mirar a nuestra bandera y comprobar que lo que digo es cierto. El peso de las corbatas bien se lo recuerda al oficial abanderado”, señaló justo cuando la tarde empezaba a acostarse y cuando el homenajeado de la jornada, el coronel Manso, volvía a sentir lo que sabe de sobra: que la Ceuta castrense le admira y le quiere.
Repaso por una historia centenaria y admirada
El cuerpo de Regulares pertenece a las fuerzas militares españolas creadas en 1911, en África y con personal indígena, cuya organización fue: un Tabor (o batallón) de Infantería de cuatro compañías más un escuadrón de caballería, que se ampliaron al año siguiente a dos Tabores de Infantería más un Tabor de Caballería.
La creación de Regulares se debió en gran parte a la protesta de la población civil en la península, secundada por la prensa, por la participación de soldados españoles en la Zona del Protectorado. Los antecedentes como unidad con tropas indígenas se encuentran en la formación de la Compañía de Moros Mogataces de Orán y en otras unidades, como la Milicia Voluntaria de Ceuta y la de Tiradores del Rif.