En su intento de fuga, los inmigrantes se agarran a la fibra óptica de las cámaras causando su deterioro.
La Autoridad Portuaria, al objeto de garantizar la seguridad en las instalaciones de su competencia, terminó de reparar recientemente sus elementos de seguridad y restablecer el sistema de videocámaras que se encarga del control de aspectos como la intrusión de individuos, la circulación de vehículos y el transcurso de tareas rutinarias, entre otros.
La presión migratoria a la que se encuentra sometido el Puerto de Ceuta llevó al ente público que preside José Torrado a reponer aquellas medidas de seguridad que impiden que los indocumentados se cuelen buscando el pase a la península ocultos en un camión o metiéndose en uno de los buques que conectan con la península, su meta.
Las labores de restauración de estas protecciones se centraron en la zona de acceso de preembarque de vehículos, en la avenida Cañonero Dato –en la actualidad bautizada como Juan de Borbón– donde se focaliza una parte importante de los intentos de entrada clandestina en las instalaciones portuarias. Un flanco al que se une el Muelle de la Puntilla, donde el acoso al buque que traslada bateas y fangos a una planta peninsular es prácticamente diario, como denunció la Asociación de Transportistas de Ceuta.
En cuanto al dispositivo de videovigilancia que graba aquello que acontece en sus espacios, resultó deteriorado ya que los inmigrantes se agarran para trepar a todo lo que encuentran a su alcance. Uno de estos elementos fue la fibra óptica que conecta el sistema de cámaras, con lo cual dejó inoperativas a varias de ellas. No supone un ‘sabotaje’ a esta medida de seguridad, sino un daño que ocasionan en su intento de ‘fuga’.