Salvo imprevisto de última hora, el Pleno de la Asamblea debe dar hoy un luz verde, de forma definitiva, al Reglamento que a partir de ahora regulará, entre otros aspectos, la tenencia, cría y trato a los animales de compañía en la ciudad. Falta hace, porque la jornada dejó ayer, tan sólo 24 horas antes de que se aprobase el texto, la estampa de la crueldad cebada contra un animal.
Lo apodaron Hacho quienes lo encontraron y pensaban que sobreviviría. El nombre hacía honor al lugar en el que fue encontrado, tirado y víctima de una brutal paliza. Tenía los dientes rotos, heridas y el cuello roto. Era un cachorro de pastor alemán que, pese a las atenciones que le prestaron los veterinarios de forma desinteresada (en la imagen superior), no fue capaz de sobrevivir y moría ayer de forma vergonzante. Asesinado.
La historia de esperanza, por contra, la escribía el mismo día la perra que aparece en la imagen inferior. Claro, que para alcanzarla también fue víctima de la barbarie. Unos menores la capturaron y le arrojaron ácido. La imagen, que evitamos reproducir para no dañar sensibilidades pero que circulaba ayer por las redes sociales, contrasta para bien con la que acompaña a esta información. El animal se encuentra en Francia, hasta donde ha viajado como hacen otros cientos de perros cada año tras las gestiones que realiza la Protectora. De ello daba cuenta ayer la cuenta oficial de Twitter de la Policía Nacional, cuyos agentes fueron los que en su día la recataron de las manos que pretendían acabar con ella. "Con el tiempo, paciencia y mucho cariño se recuperó totalmente y ha emprendido viaje hacia Francia, donde le espera su nueva familia", celebraba ayer el comentario en internet.
"La raza mas mala que se hizo en este planeta es el ser humano. muchos no saben el significado de la Humanidad: matan por matar sin necesidad de hambre", rezaba ayer otro mensaje en la cuenta de Difusiones Mascota en Facebook...