Los comerciantes critican el cierre del puente del Biutz a las 11:30 “desde hace una semana” porque “daña” a la economía local.
Los empresarios de los polígonos del Tarajal hablan estos días de “jornadas planas” en relación a que nada fuera de lo común ocurre en el recinto industrial. Una calma tensa que tampoco significa que la tranquilidad absoluta haya vuelto a sus negocios, si es que alguna vez la hubo.
El malestar y la consecuente protesta de los empresarios volvió a centrarse en los controles que la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional (UIP). Como criticó ayer Mohamed Ahmed, presidente de La Chimenea, “los agentes restringen el paso a propietarios, arrendatarios, trabajadores y a los clientes”.
Este portavoz del colectivo rechazó que los policías nacionales soliciten a las personas que quieran acceder a las naves un contrato de trabajo con el que acreditar su condición de empleado de alguno de los establecimientos. “Tienen que pedir el documento de identidad o el pasaporte, no el papel de la relación laboral que hay entre un empresario y su empleado”, sostuvo Ahmed. “¿Dónde quieren llegar las autoridades con esta actuación policial contra los polígonos?”, subrayó el comerciante.
El cierre del Biutz a las 11:30 horas desde hace una semana, estimó el máximo representante de La Chimenea, provoca la indignación en los cuatro polígonos. “No nos dejan que salga mercancía a Marruecos por la frontera y acortan el horario de actividad del Biutz”, planteó Ahmed antes de apuntar al “daño” que ocasiona al comercio local.
En cuanto a la contratación del servicio de seguridad privada, este portavoz del empresariado de las naves aseguró que continúan trabajando en las ofertas de dos empresas. Ahmed explicó que la Comunidad de Propietarios está en contacto con la Delegación del Gobierno y su demora respecto al plazo barajado por Francisco Antonio González responde a que analizan todos los detalles.