La adjudicación de la reforma del Muelle España que la Autoridad Portuaria ha sacado a concurso está pendiente de que los técnicos den su visto bueno o no a la oferta económica presentada por la empresa Dragados, que en baja temeraria se ha ofrecido a ejecutar las obras por 1,04 millones de euros, casi la mitad del precio de licitación, cifrado en 2,1 millones (1,9 sin impuestos).
Los Pliegos del concurso establecen que el precio más bajo es el único criterio de adjudicación contemplado, tal y como viene haciendo también últimamente la Ciudad Autónoma. Igualmente, señalan que “el carácter desproporcionado o temerario de las bajas se apreciará de acuerdo con los dispuesto en el Reglamento General de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, dando audiencia al licitador para que justifique su valoración y precise las condiciones de la misma, “en particular en lo que e refiere al ahorro que permita el procedimiento de ejecución, las soluciones técnicas adoptadas y las condiciones excepcionalmente favorables de que disponga”.
El Puerto quiere adaptar sus instalaciones al tráfico de cruceros, una ambiciosa apuesta que supondría la mejora en la prestación de los servicios portuarios relacionados con esta actividad.
Las obras, que tienen un plazo de ejecución de un año, están proyectadas para la regeneración de la zona eliminando “actividades obsoletas y creando espacios libres y más acordes con el ímpetu turístico que está tomando la ciudad”, de acuerdo con la memoria de ‘Atelier Arquitectura Urbanismo’.
El objetivo es “adecentar y hacer más agradable” la entrada por mar a la ciudad con la nueva ordenación del Muelle España, para lo cual se demolerán los edificios de almacenaje y se crearán nuevas zonas de esparcimiento, así como se dotarán a las zonas de atraque de cruceros de servicios más apropiados a su actividad. Para el acondicionamiento de la cara de levante del Muelle España, la empresa adjudicataria instalará defensas de mayor envergadura y unos noráis a fin de que puedan amarrar buques, en especial cruceros, de gran calado.
Con la demolición de tres de los cuatro hangares en el dique –solo se mantendrá el Museo del Mar–, la Autoridad Portuaria persigue incrementar la superficie hábil para el tránsito de pasajeros y poner fin a que la actividad comercial se mezcle con el tráfico de pasajeros.
Un espacio más acogedor para cruceros y otros
En la actualidad, el Muelle España presenta una distribución “discordante” con el fin que la Autoridad Portuaria desea alcanzar en sus instalaciones como exponente de una ciudad abierta y un lugar de desembarco de promociones turísticas a las que se le debe ofrecer una visión moderna y acorde con las características monumentales de Ceuta. La habilitación está enfocada, “fundamentalmente, a la escala de cruceros u otro tipo de tráficos ya que en el Puerto no solo atracan éstos, sino que también lo hacen algunos megayates” sin dejar de servir como descanso para otro tipo de buques como los militares.