Ceuta debe mejorar, y mucho, la política de conservación, cuidado y rehabilitación de sus edificios. No puede permitirse por más tiempo el abandono permitido, que se está incluso fomentando por intereses especulativos, de algunos de los considerados históricos, que incluso gozan de niveles de protección que no se cumplen.
Hoy hacemos un repaso a algunas de las calles, las más céntricas, que acogen inmuebles con historia que, incongruentemente, están perdiendo vida poco a poco. Parece como si su destino elegido e intencionadamente buscado, fuera el del derribo, cargándose con una máquina excavadora años de historia, unión sentimental con la ciudad y proyectos que podrían haberse iniciado que ahora carecen ya de sentido.
Ceuta tiene que elevar su grado de respeto hacia su patrimonio, cuidar los edificios históricos, fomentar ordenanzas que persigan a los particulares que únicamente buscan fines especulativos, obligar a que los propietarios los cuiden y mantengan en buen estado. No podemos permitirnos el lujo de tener una ciudad muerta, con un centro carente de personalidad, con edificios que han perdido su santo y seña...
La asociación Septem Nostra propone medidas, ideas, medios para que se mejore una política de atención, mantenimiento y cuidado que ahora no es tal. Una ciudad que no potencia el mantenimiento de sus edificios está arrebatando una carga sentimental e histórica clave a las futuras generaciones. La pérdida de lo que otros mantuvieron es un atentado, una atrocidad, una barbaridad permitida que no supone más que una traición a esos años y esfuerzos que otros invirtieron confiando en que los que vinieran se empecinaran en mantenerlos.