Agentes del SEIS intervinieron en la mañana de ayer en Miramar tras recibir una llamada de alerta al haberse producido un incendio en una furgoneta que estaba estacionada al lado del polideportivo Díaz Flor.
El vehículo estaba abandonado y llevaba tiempo aparcado en el mismo lugar, lo que lleva a pensar que quienes provocaron este incendio lo hicieron con la finalidad de forzar a su retirada.
Hasta Miramar se desplazó una unidad del SEIS con cuatro efectivos y un mando, que tardaron alrededor de media hora en sofocar las llamas y controlar el siniestro. Emplearon 700 litros de agua y contaron con la colaboración de la Policía Local para acordonar la zona evitando el acercamiento de personas hasta el vehículo.
Las hipótesis barajadas es que alguien quemó la furgoneta de manera intencionada como en otras ocasiones ha sucedido con vehículos abandonados. En las cercanías no se encontró resto alguno que ayude a conocer la autoría. El incendio causó la alarma en la barriada debido a la gran columna de humo que se organizó y las llamas que terminaron por calcinar la furgoneta. La quema de vehículos es ya una práctica asentada en la ciudad.