Ceuta sumará este miércoles una nueva franquicia a su tejido empresarial. Le toca el turno a Lizarrán, la red de tabernas especializada en la venta de pinchos y bebidas que ultimaba ayer los detalles para abrir sus puertas en apenas dos días en el número 30 del Paseo de Las Palmeras.
Lo hará en pleno centro, en el local de más de 250 metros cuadrados –y tres plantas– que durante un buen puñado de años ocupó el concesionario oficial de Opel. La apuesta de la cadena por la ciudad, anunciada a finales de febrero y concretada ahora tras varios meses de obras y preparativos, se traduce en uno de los establecimientos de la firma con mayor superficie en todo el país .
Tras el estreno (el día 27 a las 20:00) se esconde una fórmula de éxito que ya alimenta una maquinaria formada por más de 250 locales en España y el extranjero. Y todo gracias a un mecanismo que la cadena ha popularizado y que se ha convertido en seña de identidad: el cliente llega a Lizarrán, toma un plato y se sirve directamente de la oferta de pinchos fríos colocados sobre la barra. Los calientes los ofrecen los camareros mesa por mesa, sin necesidad de pedirlos, justo después de hacer sonar el sonido de una campana que es ya parte del ceremonial diario. Cazuelas y raciones completan la carta. La cuenta que abona cada visitante es el resultado del recuento de palillos –los hay de varios tamaños– colocados sobre los aperitivos, más las bebidas. Tan sencillo como atractivo, a tenor del crecimiento de la cadena en la última década.
Con una carta inspirada en la oferta culinaria que puebla las tascas del norte de España, Lizarrán inauguró su primer negocio en 1988 en Sitges (Barcelona). De aquella primera experiencia ha pasado a sumar hoy más de 4.000 empleados en plantilla. El establecimiento de Ceuta, en régimen de franquicia, está regentado por Rafael Martín Navas, al que la dirección nacional de la cadena ya definió en febrero como “un destacado hostelero” de la ciudad y que la pasada semana intentaba apurar cada minuto para que en la cuenta atrás hacia el miércoles no falle ni el más mínimo detalle. De su gestión dependen los diez puestos de trabajo directos creados, que podrían alcanzar los 15 en función de la respuesta de los clientes en los próximos meses. Elvira Durand, directora general de Operaciones de Comess Group, la empresa matriz de la red de tabernas, está convencida de que el impacto positivo del nuevo negocio redundará también sobre el resto de la economía local, ya que la cadena se nutrirá, en parte, de proveedores ceutíes, “sobre todo en el capítulo de productos frescos”.
“Nos apetecía mucho estar en Ceuta, donde no existe una marca de restauración similar a la nuestra. Surgió la oportunidad con un franquiciado y todo ha ido bastante rápido. Fuimos, vimos el local, que está ubicado en un lugar estupendo, hicimos nuestros estudios de mercado y le dimos el visto bueno”, asegura a El Faro Durand. El resultado, en apenas dos días. “Estamos muy satisfechos y convencidos de que esta propuesta va a ser muy bien recibida”, subraya la dirección de la cadena.
5.000 cervezas gratis como reclamo
Lizarrán ha decidido presentarse en sociedad con una interminable carta de pinchos, pero también con ofertas que contribuyan a celebrar su desembarco en Ceuta. La principal, las 5.000 cañas que regalará entre su clientela durante la primera semana de vida del establecimiento. “Vamos a poner en marcha promociones y también precios muy ventajosos. Durante los primeros siete días, por cada cerveza que consuma quien nos visite tendrá otra gratis. En total, esperamos servir las 5.000 que hemos previsto”, asegura Rafael Martín Navas, responsable de la franquicia. El empresario local confía en el éxito del negocio que está a punto de estrenar, que atribuye a “una cuidada oferta, pero sobre todo a los pinchos y a las bebidas”, que son a su juicio el mayor de los reclamos. “La carta va cambiando además cada semana”, matiza.