Fatima Taieb, la propietaria del perro que el día 10 agredió a un niño en la playa de Santa Catalina, negó ayer a El Faro que el animal careciera de bozal en el momento del suceso.
“Lo llevaba, y además está homologado”, asegura, aunque cree que pudo ceder durante el forcejeo. Asume “la parte de culpa” que le corresponde por el ataque que protagonizó el animal que adoptó hace dos años, pero puntualiza varios de los detalles aportados por la familia del menor. Coincide con ésta en que el pastor alemán estaba “atado y muy fuerte” a una piedra, y también en que se le advirtió al pequeño de que no se acercara demasiado al perro para evitar riesgos. “Comenzó a echar agua al perro, hasta que éste reaccionó como lo hizo. Son cosas de niños, no se le puede culpar, pero una madre también debería estar más pendiente de lo que hace su hijo, sobre todo si ya se le ha dicho que no se aproxime demasiado”, añade.
Fatima niega que el animal sea “violento ni peligroso”, y aporta el testimonio del veterinario que lo controla semanalmente desde los sucesos de aquel domingo: “En cuanto lo vio y comprobó que tenía todas las vacunas me dijo que no me preocupara, que estaba todo en regla y solo tenia que cumplir con el protocolo en este tipo de casos”. También lamenta que la familia del pequeño no haya contestado a las llamadas telefónicas y mensajes en los que se interesaba por su salud. “Un cuñado mío fue quien le trasladó desde la playa al hospital, y yo en cuanto me enteré fui corriendo también hasta allí. Les he preguntado varias veces por su estado pero no quieren responderme”, destaca.
“El perro nunca ha dado muestras de ser violento. Es muy cariñoso y juega con los niños”, asegura Fatima mientras muestra imágenes en su móvil de una sobrina junto al animal. “Pido disculpas a esa familia, pero también tienen que entender que es una playa en la que no está prohibido el acceso de perros, así que no hicimos nada ilegal. Además, estaba atado a una piedra, y fuerte, y con su bozal, aunque en la denuncia hayan dicho lo contrario”, subraya en su defensa. Tras confesar que “no duerme” desde el percance, prefiere no polemizar sobre la decisión de los padres del pequeño de acudir, este martes, al Juzgado de Guardia para iniciar acciones legales. “Están en su derecho”, asume Fatima.