Luis Gonzalo Segura, el teniente que fue condenado a dos meses de reclusión en un centro disciplinario militar por denunciar supuestas corruptelas y abusos en el Ejército, ha abandonado la huelga de hambre que inició el pasado 17 de julio, al conocer su sentencia.
Tras haber pasado 528 horas sin comer ha tomado la decisión de poner fin a su protesta debido a las recomendaciones de los médicos, que le han advertido de que continuar con su propósito le podría ocasionar serias complicaciones como un fallo renal o de otros órganos vitales, arritmias, infecciones y hasta la muerte. Ahora Segura se enfrenta al proceso de realimentación, una fase también peligrosa para su salud, que podría causarle problemas cardíacos serios, incluso en última instancia mortales. A partir de ahora empezará a tomar batidos y complementos alimenticios de manera paulatina, según apunta ATME.