A lo largo de las negociaciones que venían manteniendo entre la Administración autonómica y la Administración General del Estado para el nuevo pliego de condiciones del concurso para la línea de interés público entre Ceuta y Algeciras se estaba barajando que para hacer este pliego más atractivo para las navieras
y que las mismas se presenten, no ocurriendo lo mismo que el pasado, se iba a abordar esa bajada de un veinticinco por ciento que se proponía para los billetes y dejarlo en un diez, pero que, era imposible que se incrementara la aportación estatal. Sin embargo, la sorpresa es cuando ayer el Consejo de Ministros da el visto bueno a un concurso que entraría en vigor para el uno de enero del año que viene y que tendría una duración de dos años, hasta el treinta y uno de diciembre de 2016 y con una posibilidad de prórroga de seis meses, con un coste de dos millones de euros anuales. Pues bien, en el anterior concurso, el que quedó desierto, la bajada de la aportación estatal fue hasta un millón y medio de euros.
El Gobierno ha garantizado la financiación de los nuevos contratos para la prestación del servicio de líneas marítimas de interés público entre la Península-Melilla, Algeciras-Ceuta y Península-Canarias.
El Consejo de Ministros ha acordado hoy que se modifiquen los límites para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, a fin de posibilitar al Ministerio de Fomento la licitación de nuevos contratos para la prestación del servicio de líneas marítimas de interés general.
La cuantía total entre los años 2014 y 2016 asciende a 26,8 millones de euros para los contratos de las líneas Península- Melilla, Algeciras (Cádiz)-Ceuta y Península-Canarias.
No ha sido, por supuesto, nada fácil que por parte del Estado se observe este problema desde otro ángulo, ya que cuando decidió declarar desierto el concurso porque no se había presentado nadie, señalaron que realizarían un informe a los seis meses sobre el comportamiento de la navegación de cabotaje entre los dos puertos y que entonces decidirían. Sin embargo, la posición del Gobierno del presidente Vivas desde el primer momento fue de que el contrato saldría adelante y en todas las oportunidades que han tenido de transmitirselo al departamento ministerial así se lo han hecho saber, porque se consideraba una necesidad prioritaria.
en las comunicaciones marítimas entre los dos puertos de ambos lados del Estrecho.