Pedro García Aguado, el exwaterpolista que ha reconducido su carrera hacia el mundillo televisivo, se convirtió el pasado domingo en el primer protagonista de En la caja, la nueva apuesta de telerrealidad de Cuatro.
El formato, importado de Alemania y Holanda, eligió Ceuta, y en concreto el barrio de El Príncipe, para su primera entrega. El formato es novedoso: un famoso es introducido cada semana en una caja de madera que es depositada en un lugar que éste desconoce. Al salir, según la propia descripción de la productora, debe enfrentarse “a sus propios prejuicios”.
A García Aguado le tocó explorar el barrio que tan buenos resultados de audiencia le ha dado a Telecinco con la ya famosa serie. Recorrió sus calles, habló con sus vecinos, entrevistó incluso a las viudas de los yihadistas que decidieron partir hasta el conflicto de Siria... Y también se detuvo en la vivienda de Fatima, una mujer de 73 años que denunció ante las cámaras el estado de insalubridad y abandono en el que se encuentra su inmueble. El programa y el posterior eco en las redes sociales parecen haber contribuido a difundir sus peticiones, porque ayer la propia cadena reproducía comentarios de Facebook y Twitter en el que vecinos de El Príncipe aseguraban, tras ver el reality el pasado domingo, que este fin de semana se pondrán manos a la obra y movilizarán al vecindario para poner fin al escenario dantesco en el que sobrevive a diario la anciana. “Los vecinos de El Príncipe se vuelcan con Fatima después de ver su casa en La caja”, anunciaba ayer la cadena en su propia página oficial de internet.
El caso denunciado era conocido en toda la barriada. De hecho, El Faro se ha hecho eco en los últimos años, en varias ocasiones, de la situación en la que malvive la protagonista de esta historia. El canal de Mediaset coló sus cámaras en el inmueble y mostró lo que este diario ya había plasmado hasta en tres ocasiones: habitaciones sin repellar, suelos sin baldosas, un cuarto de baño sin agua corriente, habitaciones sin armarios en las que la ropa se amontona... Fatima explica a García Aguado que vive en esa construcción desde 1970 y que su situación se debe a que “aquí [en Ceuta] a los pobres se les rechaza”. El conductor de Hermano Mayor reconoce posteriormente que siente “rabia” tras el escenario al que acaba de enfrentarse y califica el inmueble de “insano”, concluyendo que “no es un lugar para vivir allí”.
La mujer detalla que en la casa, con pocos muebles y todos en mal estado, duermen hasta cinco personas, una de ellas una niña de tan solo un año y 20 días. También narra cómo el techo se les vino abajo y desde entonces no han encontrado respaldo económico para solventar los destrozos. “Hay mucha humedad”, añade Fatima. El protagonista del programa lamenta las condiciones del inmueble, “sucio y con camas por el suelo”. Del cuarto de bajo, llega a decir que es “una porquería”. Los vecinos anuncian una movilización que debería ser efectiva a partir de mañana. Queda por comprobar si realmente La caja logrará acabar con la injusticia de Fatima.
“¿Nadie la conocía o nadie quería ver?”
La llamada a la movilización para acabar con el abandono que sufre Fatima recabó ayer también críticas de los propios vecinos. Un mensaje publicado en Facebook cuestiona si antes de la llegada de las cámaras “nadie la conocía o nadie quería ver...”. “Se le conocía como mujer humilde, pero nadie sabía lo que había detrás de su puerta hasta que se la abrió a Pedro”, le responde otro usuario de la red social. La imagen que acompaña a esta información demuestra que las peticiones de ayuda de la vecina de El Príncipe no son precisamente nuevas, y sin embargo la movilización solo se contempla después de aparecer en el nuevo programa de Cuatro. Si recibe ayuda, bienvenido sea el poder de la pequeña pantalla.