La brecha abierta en el seno de la FPAV desde las elecciones del pasado 2 de mayo, con denuncias de impugnación del resultado incluidas, escenificó ayer su enésimo capítulo.
El motivo de disputa en esta ocasión fue la reunión en la que la consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo, Yolanda Bel, y el superintendente de la Policía Local, Ángel Gómez, pretendían detallar a los presidentes de las barriadas las dotaciones y el funcionamiento de la recién creada Unidad de Proximidad y Atención al Ciudadano (UPAC). Lo hicieron en la propia sede del movimiento vecinal, pero los asistentes no llegaron a la decena porque, como denunciaron varios de ellos interrumpiendo incluso la rueda de prensa posterior, se les había “avisado sólo diez minutos antes”. “No son formas, no son formas. Parece que tenemos que enterarnos por los medios de comunicación”, protestaba Sandra Contreras, presidenta de San Daniel. Otras de las presentes, sin embargo, interpretaba que era tiempo más que suficiente para personarse en el local de O’Donnell pese a habérsele convocado con la misma premura.
La consejera reconoció “cierta descoordinación” en los preparativos de la cita y pidió “disculpas en la parte que concierne a la Ciudad”. Para solventar el error, anunció que los líderes vecinales serán convocados a una segunda reunión “con aviso y tiempo suficiente para que cada presidente pueda organizar sus quehaceres personales y presentar las demandas que considere oportunas”.
Al margen de la disputa interna, Bel aprovechó la ocasión para solicitar a los presidentes de las barriadas “implicación en el trabajo que queda por hacer”, ya que éstos, a su juicio, “juegan un papel fundamental” para alcanzar los objetivos fijados. “Me consta que esa colaboración la vamos a tener”, auguró. Para el éxito de la UPAC, añadió, se requiere también que éstos trabajen “de forma coordinada con los vecinos y los propios agentes”, una tarea para la que serán básicas las reuniones que los representantes del Cuerpo están manteniendo con los dirigentes de todos los núcleos de población de la ciudad.
En la práctica, la UPAC está cumpliendo, según confirmó ayer el superintendente de la Policía Local, Ángel Gómez, la “misión de “vocación ciudadana, proximidad y acercamiento” con la que fue creada hace apenas una semana. En ese tiempo se ha puesto en marcha en ocho de los diez distritos en los que estaba previsto operar, circunstancia que atribuyó a la merma del 33 por ciento de efectivos que sufre el Cuerpo durante los meses de verano. “Pero en esos distritos estamos presentes con el 092 y la UIR”, subrayó, en línea con el mensaje lanzado en los últimos días tras las críticas vertidas desde el PSOE. El presidente de la FPAV, Juan Moreno, celebró la puesta en marcha “de una unidad que habíamos pedido desde hace tiempo”, aunque prefirió aguardar a su pleno funcionamiento para hacer balance, además de reclamar “más presencia en las barriadas periféricas”.
“Es una Policía por cuestión electoral”
La de Ali Hamido Mohamed era ayer una de las voces críticas con el estreno de la UPAC. No por su creación, sino porque, denunció, en la barriada que preside, Poblado Regulares, aún no se ha dejado ver. “La Policía no existe en mi barrio. Nos han llamado para entrevistarnos con ellos, para explicarnos las funciones, pero ahora mismo, al menos en mi barriada, no está funcionando”, se quejaba tras la reunión a la que, como otros compañeros, aseguraba haber sido convocado con apenas un cuarto de hora de margen. “Yo no estoy viendo a ningún policía dando vueltas por la zona, y eso que al lado acaba de morir un chaval. Nos han dicho que colaboremos con la Policía Local, pero lo que nosotros pedimos es que haya una presencia continua, no una Policía por cuestiones sólo electorales. Que sea de proximidad y duradera”, exigió.