El de ayer era día de bullicio en el Centro del Mayor del Polígono Virgen de África. Tras seis meses de obras, buena parte de los más de 200 usuarios que a diario se acercan hasta sus instalaciones estaban convocados para celebrar la reapertura de la cafetería y la cocina, incluidas en una profunda fase de remodelación en la que el Imserso,
el organismo que gestiona su funcionamiento, ha invertido casi 112.000 euros. Una jornada tan especial se celebró con actividades y un aperitivo que culminó con un baile en los salones.
Los trabajos de reforma estaban más que justificados, ya que la antigüedad del inmueble le impedía adaptarse a la normativa europea en materia higiénico-sanitaria. Así lo confirmaba ayer el propio director territorial del Imserso, Alfonso Grande, en el caso de la cocina, “que era puntera en su momento, pero los años no pasan en balde y era necesario cambiarla por completo”. Tanto, que ese servicio es el que ha centrado buena parte de las obras. “Ahí hemos ganado en calidad, con unas instalaciones acordes ya a la normativa y completamente nuevas. Ha sido toda una reforma integral en la que la hemos cambiado entera: mobiliario, maquinaria, instalaciones eléctricas, agua, suelo... Se ha echado prácticamente abajo y se ha levantado de nuevo”, aseguraba.
El resultado se extiende hasta la cafetería contigua, que ayer recuperaba por fin la actividad tras permanecer cerrada durante el último medio año para cambiar su estructura completa. Desde ayer los desayunos, los aperitivos y los menús del día –a precios reducidos de 4,60 euros– volverán a atraer a los usuarios y a sus familiares, que también pueden acceder al centro como invitados. Las mejoras han beneficiado también al patio de acceso al salón, donde se han eliminado los bancos “antiguos y deteriorados” por un alicatado nuevo, y a la recepción, que se ha transformado en una zona abierta y diáfana que incluso se adapta en su mostrador a las necesidades de los discapacitados.
Más proyectos
Grande reconocía ayer que la celebración en común era también un “pequeño homenaje” a los usuarios por la paciencia demostrada en los últimos seis meses, en los que no han podido contar con el servicio de cocina. No obstante, el resto de prestaciones no han bajado la guardia, desde talleres de memoria y actividades de artesanía hasta salas de billar o equipamientos informáticos. “Pero para ellos era muy importante tener su cafetería y sus comidas. De hecho hemos tenido fiestas en las que no podíamos servir nada. Después de eso, hoy toca compensarles”, destacaba.
Hay más proyectos porque, como reconoce el director territorial del Imserso, “pese a las últimas inversiones, siempre nos gustaría hacer más cosas”. Entre las nuevas mejoras figura la reconversión de un espacio interior en gimnasio, la habilitación de dos campos de petanca junto al jardín o la ampliación del número de equipos informáticos. El director del Centro del Mayor, Valeriano Hoyos, celebraba que pese a las obras las actividades no se hayan interrumpido. “Son inagotables”, bromeaba.