Marruecos ha multiplicado sus esfuerzos para frenar la inmigración clandestina, y la cooperación policial con España ha dado sus frutos, dijo ayer el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Mustafá El Jalfi.
En la conferencia de prensa semanal tras la reunión del Consejo de Gobierno, El Jalfi reiteró que el asunto migratorio en Marruecos “sigue siendo un gran problema”.
Además, al ser preguntado por las pateras que han sido interceptadas estos días, el ministro se limitó a repetir las cifras ya publicadas: “Marruecos ha reducido en un 95 por ciento el tráfico de pateras en los últimos diez años”.
Tras varios meses de calma en los que prácticamente no se registraron salidas de pateras, en los últimos seis días la Policía marroquí ha realizado cuatro operativos en los que ha detenido a 289 personas que estaban a bordo o a punto de marchar en embarcaciones.
La mayoría de las redadas policiales se realizaron en la costa del Estrecho, entre Tánger y Ceuta, el punto más cercano a las costas peninsulares españolas.
El tráfico de pateras puede deberse a las condiciones más favorables del mar, pero también a un refuerzo de la vigilancia de las vallas que rodean a Ceuta y Melilla, que han sido los puntos en los que en los últimos meses se han registrado más intentos de entrada de inmigrantes desde Marruecos.
Entre las intervenciones llevadas a cabo destaca el elevado número de mujeres y niños que han sido localizados tras protagonizar expediciones clandestinas. Algunas que no han sido interceptadas por los marroquíes sí llegaron hasta Ceuta en donde fueron auxiliadas por la Benemérita.
Protesta, este domingo, contra los CIE y sus condiciones
La plataforma en contra de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) realizará mañana una performance en la Plaza Mayor, con un vallado, e incluso una jaula y carteles informativos, para invitar a los peatones “que pasen por allí a que conozcan el horror de estos centros y se detengan a reflexionar”, denuncian. “Menos del 27% de los inmigrantes tiene antecedentes delictivos”, ha señalado uno de los portavoces, Manuel Alonso Garrido.
Recuerdan que su integración en estos centros se debe únicamente a una falta administrativa, “y nadie puede ser privado de su libertad por una falta”. Piden una política migratoria más abierta, y señalan que la mayor parte de estos inmigrantes vinieron de forma regular y legal, pero perdieron su trabajo. Buena parte de los detenidos en los CIE procede de Ceuta y de Melilla.